La Itzulia Women se estrena en el calendario ciclista ?con tres etapas en el menú ?y un programa de perfiles nerviosos. Ane Santesteban tiene opciones de brillar
Ane Santesteban (Errenteria, 1990) apunta a significar la principal referencia vasca en la Itzulia que arranca hoy en Vitoria. La escaladora del BikeExchange afronta la cita en plena forma, tal y como demuestran los resultados obtenidos esta semana en las clásicas locales. Ella no esconde su "ilusión" ante una carrera que espera "más abierta" con la baja de Van Vleuten.
Segunda en Eibar, sexta en Irurtzun, segunda de nuevo en Iruñea... ¿Le llega la Itzulia en su mejor momento del curso?
–Sí, sobre todo porque el año no empezó muy bien para mí, con un montón de problemas físicos. Luego, en Flecha Valona y en Lieja, las sensaciones ya fueron muy buenas. Recuperé tras aquellos esfuerzos y ahora me he visto a buen nivel en estas clásicas de casa.
Cuando más cerca estuvo de la victoria fue el domingo en Eibar, ya que esprintó por el triunfo.
–Me quedó un sabor agridulce. Fue una pena que al final me pasara Olivia Baril, pero prefiero quedarme con lo positivo. No soy una corredora especialmente rápida ?y estar ahí, en esa pelea, me aporta mucha motivación para lo que viene.
Antes del esprint, en la subida a Urkaregi, hubo un momento en el que pareció que se marchaba sola.
–Fueron las circunstancias de carrera. Sabíamos que Mavi García iba a arrancar desde abajo y el plan era seguirle, pero teniendo en cuenta a Nina Kessler, nuestra baza para un posible esprint. Yo me pude agarrar y en el tramo final de la ascensión, cuando vi que en nuestro quinteto de cabeza había gente que flaqueaba, pedí permiso para probar. ¿Irme sola? Quizás la propia Mavi sufriera para seguirme, pero hay que tener en cuenta que había llevado todo el peso de la subida. Al final seguimos juntas y se nos terminó uniendo más gente desde atrás.
Por fin llega la Itzulia.
–Sí, mi carrera favorita, encima con una tercera etapa, la del domingo, que se disputa en casa. Pasa por Errenteria y termina en Donostia. Conozco todas las carreteras como la palma de mi mano y creo que la bajada de Igeldo la podría hacer con los ojos cerrados. El recorrido estará lleno de gente conocida animando. Me hace una ilusión tremenda.
Usted disputó varias ediciones de la Emakumeen Bira y ahora se estrena en la propia Itzulia. ¿Qué cambia?
–Bueno, seguro que habrá aspectos organizativos distintos y que podremos ver en carrera. Pero para los dos equipos, el que promovía la Bira y ahora el de la Itzulia, solo puedo tener palabras de agradecimiento. Hablamos de gente que trabaja con todo el empeño para que disfrutemos aquí de ciclismo femenino de primer nivel, y esto es algo que hay que destacar, independientemente del nombre que tenga la carrera.
Annemiek Van Vleuten (Movistar) causa baja tras romperse una muñeca. ¿Puede significar esto una carrera más abierta?
–Sí, sin duda. Está mal que yo lo diga, pero si llega a venir Annemiek todas sabíamos lo que iba a pasar. Es la mejor con diferencia en este tipo de pruebas y además cuenta con un equipo entero trabajando para ella. Se trata de una teoría que luego ella lleva a la práctica: cuando abre gas, demuestra todo lo que te estoy comentando.
¿Y ustedes qué equipo presentan en el BikeExchange?
–Salimos con Amanda Spratt en la alineación. Viene de estar parada por culpa de una lesión, pero es muy buena y sabemos de lo que es capaz. Tenerla en el equipo da mucha seguridad.
¿A usted qué papel le va a tocar jugar? Me hablaba antes de la etapa de Donostia...
–Bueno, ya lo iremos viendo día a día. Sí es cierto que esa tercera etapa me motiva de forma especial. En 2019, en la única Clásica San Sebastián que he corrido (se perdió la de 2021 porque coincidió con los Juegos Olímpicos), tuve muy buenas piernas y sin embargo no pude disputar nada, porque hubo mucha vigilancia entre las favoritas y la escapada llegó a meta. Por detrás, coroné Murgil con el grupo de Van Vleuten, lo que siempre es una buena señal.
¿Qué análisis puede hacer del recorrido de la Itzulia en su conjunto?
–Lo he estudiado, he estado viéndolo in situ y he preguntado a gente de cada zona. La conclusión que saco es que todos los días son complicados. Cada cual tiene lo suyo. No hay ninguna etapa que puedas identificar como la más tranquila, porque las tres presentan más dureza de la que indica el perfil.
¿Cómo se ha imaginado las rampas de Murgil pasado mañana?
–Con mucha gente, la que ya hubo en esa Clásica 2019 que te citaba ahora. Cada vez acuden más aficionados a las carreteras para ver ciclismo femenino. Es un acercamiento que hemos notado en líneas generales, y que seguro que tiene continuidad el domingo, porque Euskadi nunca falla.