Ambas asociaciones han mostrado su “preocupación y descontento con la rapidez para implantar los peajes a vehículos pesados en Navarra, ya en la A-1 en 2023”. Consideran esta decisión “una imposición que perjudicará directamente a las navarras y a los navarros mientras no se implanten también de manera justa en el resto del estado, porque nuestros productos se van a encarecer y nuestras empresas van a perder competitividad”.
Explican que “cada producto que entre y salga de Navarra tendrá un coste extra que repercutirá en nuestras familias solo por el hecho de vivir en la Comunidad Foral; de forma que con los peajes perdemos todos mientras se apliquen antes en Navarra que en las demás comunidades autónomas”.
Además, aseguran que “tanto el sistema de Vía T como el argumento utilizado para implantar peajes hacen que este impuesto sea perfectamente extensible a turismos, por lo que está claro que, pasadas las elecciones, seguramente no tarden en aplicarlo a todos los vehículos, como ya ha ocurrido en la A-636 guipuzcoana”.
Por su parte, indican “comprender la urgencia de invertir en las carreteras navarras, a causa de la grave falta de mantenimiento a la que se han enfrentado en la última década, sobre todo cuando su uso es compartido por todos: turismos y vehículos pesados”.
En esta línea, insisten en que “lo que no comprendemos es cómo el sector ha seguido pagando sus impuestos de hidrocarburos, de circulación, de sociedades, de rentas y de IAE, sin ver su traslado en el mantenimiento de las carreteras, por lo que somos los más perjudicados a pesar de estar cumpliendo con un servicio esencial para la sociedad”.
Consideran que “la partida de mantenimiento de carreteras de los presupuestos sigue siendo insuficiente, y a pesar de las continuas críticas entre los distintos grupos parlamentarios esta mañana en el Parlamento, ninguno de ellos ha mencionado la partida destinada a este fin para 2023; que esperamos que alcance el mínimo de los 90 millones que serían necesarios”.