¿Qué debemos hacer cuando nos quemamos la piel con el sol? La doctora Ángela Estenaga Pérez de Albéniz, del servicio de Dermatología del Hospital Universitario de Navarra (HUN), responde que “principalmente hidratarnos bien y, si vemos que la quemadura es extensa o grave, tenemos que consultar con un especialista porque puede que requiera tratamiento tópico o incluso oral y, sobre todo, no exponerse de nuevo al sol hasta que esté curada”. En este sentido, la especialista sostiene que “lo que no puede ser es que me quemo un día y al día siguiente vuelvo a ir a la playa”.
Respecto a qué tipo de crema utilizar para hidratar correctamente la piel una vez que se ve afectada por la radiación, la experta indica que “after sun o cualquier hidratante que no contenga aromas y sea fácil de extender”.
Qué es una quemadura
La doctora Estenaga explica que la quemadura es “una inflamación aguda de la piel, un daño agudo de los queratinocitos, que puede ser desde una cosa leve y transitoria hasta algo más grave”. Según prosigue, “se ven quemaduras extensas con ampollas a veces que pueden requerir tratamiento oral –que suelen ser corticoides–, porque pueden tener incluso fiebre o sensación distérmica –estado en el que el paciente siente escalofríos, tiritonas y malestar general sin objetivarse fiebre termometrada– y, al final, es un daño agudo de la piel pero que tiene consecuencias a largo plazo por el daño que puede causar en el ADN y a los tejidos”.
En definitiva, concluye la experta, “la consecuencia de la quemadura no es solo lo que se ve, que es ese color rojo, las molestias, las ampollas... sino a largo plazo la fotocarcinogénesis”.
No obstante, la doctora indica que en el servicio de Dermatología del Hospital no suelen atender este tipo de episodios, que quizás acuden más a Urgencias. “A veces por interconsulta no presencial sí que nos llegan consultas de los médicos de cabecera durante el verano”, dice, y recuerda que “los fototipos que necesitan quemarse para ponerse morenos no se tienen que poner morenos”.