La primera edición de los Hitz Sariak – Premios Palabra, celebrada en el emblemático Museo Guggenheim de Bilbao, fue una noche repleta de emociones y momentos inolvidables.
Con la conducción de una cálida y cercana Anne Igartiburu, la gala premió a personalidades destacadas en diferentes áreas, todas con un denominador común: su compromiso con la palabra y la autenticidad. Entre los galardonados de la noche, el chef Bittor Arginzoniz, del famoso asador Etxebarri, fue reconocido por sus raíces y por llevar la cocina vasca a lo más alto.
La gala también dejó una propuesta inesperada y divertida de Igartiburu: llevar las icónicas campanadas de fin de año a Bizkaia, junto a su amiga Cristina Pedroche.
La gala de los Hitz Sariak
El evento comenzó con un espectáculo que fusionaba la tradición y la modernidad, con el sonido de la txalaparta y los movimientos de la compañía de danza Aukeran.
Organizado por Grupo Noticias, en colaboración con Iberdrola, los Premios Palabra nacieron con el objetivo de reconocer a seis personas que, a lo largo de su vida y carrera, han dado valor a la palabra y el compromiso. La elección de Anne Igartiburu como conductora de la gala no fue casual. Su calidez y cercanía fueron el hilo conductor de una noche llena de emociones, en la que la palabra y los valores vascos fueron los grandes protagonistas.
Durante la gala, Igartiburu brilló por su habilidad para conectar con los asistentes, resaltando en todo momento la importancia de las raíces y el compromiso en cada uno de los premiados. "Tenemos la capacidad de ser nosotros mismos. Sigamos siendo nosotros", afirmó la presentadora al final de la gala, dejando a todos los presentes con una profunda reflexión sobre la identidad y la autenticidad.
Primera edición de los 'Hitz Sariak - Premios Palabra' del Grupo Noticias e Iberdrola
El premio a Bittor Arginzoniz: un homenaje a las raíces
Uno de los momentos más emotivos de la noche fue la entrega del premio a las Raíces a Bittor Arginzoniz, el célebre chef del asador Etxebarri, considerado el mejor parrillero del mundo. Arginzoniz, quien ha colocado a su restaurante en el tercer puesto de la prestigiosa lista de los 50 mejores restaurantes del mundo, recibió el galardón de manos de Mireia Zárate, presidenta de la Fundación Sabino Arana.
Anne Igartiburu, en su diálogo con Bittor, no solo destacó su extraordinaria trayectoria, sino también la conexión personal que ambos comparten: "Es que somos vecinos casi. Me he criado al lado de su casa y, ¿qué te voy a decir? Muchas cosas que contar, pero hablemos también de lo que significa esa raíz que es tan importante en la cocina y en todo lo que hagamos. La importancia de saber de dónde venimos", expresó Igartiburu, destacando la conexión profunda de Bittor con sus orígenes.
Por su parte, el chef vasco, conocido por su humildad y compromiso con su oficio, reflexionó sobre lo que para él significan las raíces: "Vivir con esas raíces de donde has nacido y ver allá tu felicidad, el paisaje, la misma cultura, el mismo horizonte, y desarrollando, sobre todo, un trabajo que te da satisfacción". Para Arginzoniz, el éxito no radica en los premios, sino en la satisfacción de hacer lo que ama y ofrecer felicidad a quienes visitan su restaurante.
Ceremonia de entrega de la primera edición de los 'Hitz Sariak - Premios Palabra'
La sorprendente propuesta de las campanadas
En un giro inesperado y con el buen humor que caracteriza a Anne Igartiburu, la presentadora hizo una propuesta divertida al final de su conversación con Arginzoniz. "Estaba pensando, como soy muy amiga de Cristina Pedroche y ella va mucho allí también, estaba pensando que vamos a dar las campanadas desde aquí, desde el asador Etxebarri, para que se caiga el mundo. Ahí sí que va a haber brasa", comentó entre risas, arrancando una ovación del público.
El asador Etxebarri, un templo de la brasa
El asador Etxebarri, ubicado en el pequeño pueblo de Axpe, ha alcanzado una reputación mundial gracias al talento de Bittor Arginzoniz, quien ha perfeccionado el arte de la parrilla como pocos en el mundo. Este restaurante ha logrado una estrella Michelin y tres Soles Repsol, pero lo que realmente lo distingue es la pasión de su chef por la cocina tradicional vasca, combinada con una innovación que respeta las raíces.
Cada plato en Etxebarri es una muestra de dedicación al producto, al fuego y a la técnica. Arginzoniz ha creado un estilo único, donde la simplicidad del fuego se convierte en alta cocina. Durante la gala, Anne Igartiburu no dudó en preguntar cuántos de los presentes habían tenido la suerte de comer en el restaurante, añadiendo en tono cómplice: "Os voy a dar un truco: vais a la barra, pedís algo de pikoteo y esperáis. Y luego decís: ‘¿No tenéis por ahí algo?’ Y a veces cuela".
En definitiva, los Hitz Sariak no solo celebraron la palabra y el compromiso, sino también la conexión con las raíces. Bittor Arginzoniz, desde su mundialmente reconocido restaurante en Axpe, representa la esencia de la cocina vasca y la pasión por un trabajo bien hecho. Y quién sabe, tal vez el próximo 31 de diciembre, las campanadas de fin de año resuenen entre las brasas del asador Etxebarri.