Año 2013: El arte en guerra, crear ante la adversidad

Organizada por el Musée d’Art moderne de la Ville de Paris, Paris-Musées y el Museo Guggenheim Bilbao, la exposición El arte en guerra. Francia 1938-1947: de Picasso a Dubuffet fue una de las más relevantes del año 2013, una muestra que dejó ver cómo, ante el amenazante contexto de opresión que se vivía en Francia durante la II Guerra Mundial y la ocupación nazi, los artistas de la época se rebelaron frente a las consignas oficiales mediante novedosas respuestas estéticas que modificaron el devenir del arte.

Comisariada por Jacqueline Munck (Conservadora Jefe del Musée d’Art Moderne de la Ville de Paris) y Laurence Bertrand-Dorléac (Historiadora del arte y profesora del Centre d’histoire de Sciences Po (CHSP) de París y del Institut Universitaire de France), las más de 500 obras expuestas permitieron disfrutar del arte de artistas como Georges Braque, Jean Dubuffet, Marcel Duchamp, Alberto Giacometti, Vasily Kandinsky, Pablo Picasso o Joseph Steib, evidenciando el modo en que estos creadores resistieron y reaccionaron ante la adversidad de la guerra, creando arte con formas y materiales impuestos por la penuria, incluso en los lugares más hostiles a toda expresión de libertad.

Muchas de las obras expuestas se crearon con formas y materiales impuestos por la penuria Pablo Viñas

Momentos inquietantes

En una atmósfera hostil para la vida cultural libre, algunos artistas como Hans Bellmer, Max Ernst y Wols fueron retenidos en campos de concentración donde crearon objetos con materiales de deshecho como papeles de embalar, latas, cerillas, trozos de madera, de hierro o de hueso serán para siempre la huella insustituible de ese período. Pero durante esta etapa convulsa, hubo otros maestros de referencia con mayor suerte como Pablo Picasso, Henri Matisse o Pierre Bonnard quienes pudieron protegerse, encerrados en sus talleres o confinados en la zona sur del País, al abrigo de la persecución nazi.

En palabras de sus comisarios, L’Art en guerre. Francia, 1938-1947 permitió descubrir, “todo lo que quedó en la intimidad de las viviendas y de los talleres, de los refugios, de los campos de internamiento y de concentración, de las cárceles y de los hospitales psiquiátricos, a la sombra de la historia”.