Espectacular, monumental, llamativa... así fue la exposición Joana Vasconcelos. Soy tu espejo, una selección de 30 obras realizadas entre 1997 y la actualidad por la artista portuguesa más internacional, que incluía una instalación concebida específicamente para el Atrio del Museo y otras obras de nueva creación.
Fueron muchas y muy espectaculares las obras expuestas, entre ellas Egeria, expandida por el Atrio del Museo como si de una planta de diferentes telas, texturas y colores se tratara o I’ll Be Your Mirror, una enorme máscara veneciana creada con la superposición de espejos.
Igual de sorprendentes pero con la particularidad de que estaba expuesta fuera de las galerías del Museo fue el Gallo Pop, una obra de arte pública monumental basada en uno de los símbolos más importantes de la cultura portuguesa, el gallo de Barcelos.
También en el exterior, la artista expuso por primera vez Solitario, un gigante anillo de compromiso de diamantes, realizado con llantas de ruedas de Mercedes y vasos de cristal de whisky, en una representación del consumismo y el poder.
La exposición al completo supuso la primera antológica que se dedicaba en España a Vasconcelos, convertida en una celebridad internacional en el mundo del arte gracias a sus enormes instalaciones, irónicas, divertidas, feministas, reivindicativas.
Trayectoria
La exposición, comisariada por Petra Joos y Enrique Juncosa, hizo posible traer a Bilbao la obra de una de las artistas de mayor proyección internacional de su generación, sobre todo a raíz de su participación en la Bienal de Venecia de 2005 o de su gran muestra celebrada en el Palacio de Versalles en 2010.
El nombre de la retrospectiva Joana Vasconcelos. Soy tu espejo, fue un homenaje a Nico, la célebre cantante alemana que interpretó I’ll Be Your Mirror con la banda neoyorquina The Velvet Underground.
Además de las piezas más destacadas, la muestra, compuesta por una treintena de obras realizadas desde 1997, incluyó algunas de las más conocidas de su trayectoria, como Burka (2002) o La novia (2001-05).
Particularidad de la su obra
La producción de Vasconcelos remite tanto a la cultura popular de su país -apropiándose del gallo de Barcelos, del corazón de Viana do Castelo o las cerámicas de Bordalo Pinheiro- como a los debates teóricos más recientes del arte contemporáneo, especialmente en lo que se refiere a la voluntad de propiciar la participación del espectador en la interpretación de las obras.
En sus creaciones, la artista utiliza numerosos materiales de la vida cotidiana, como pueden ser electrodomésticos, azulejos, tejidos, medicamentos, urinarios, ollas o cuberterías de plástico, explotando la carga narrativa y emocional que poseen o desprenden. Otra de las características de sus esculturas es que, en ocasiones están dotadas de movimiento, luces y sonido, y en su mayoría realizadas a gran escala, llamando la atención por su exuberancia y su cromatismo.
Con un atractivo sentido del humor y rehuyendo el dogmatismo, el trabajo de la artista explora además en asuntos identitarios que abarcan desde cuestiones muy íntimas hasta temas sociopolíticos universales, como la emigración o la explotación de la mujer, vinculados con las sociedades poscoloniales globalizadas.
Sin duda, la exposición dejo ver las numerosas referencias a Portugal que la artista incluye en su obra, que pese a no ser su país de nacimiento, nació en París, es a donde huyeron sus padres debido a la dictadura de Salazar.