donostia – Lejos del foco principal que acaparan siempre las grandes favoritas, La Concha siempre tiene otro foco que cada jueves en el que se disputa la jornada clasificatoria se centra entre las embarcaciones preparadas para sorprender. Desde traineras de la Liga ARC-1, hasta participantes de la Liga Gallega. En cada una de las ediciones alguna participante se cuela en la lucha por la gran bandera a través de una gran sorpresa.
El pasado jueves, en cambio, la bahía donostiarra no fue escenario de ninguna gran sorpresa en la categoría masculina. Todas las embarcaciones clasificadas para La Concha fueron tripulaciones de la Liga Eusko Label, y ninguna de las grandes favoritas falló en la cita. La mayor novedad de la jornada fueron el buen tiempo marcado por Cabo, cuarta clasificada, y Ares, que fue séptima dejando fuera a Ondarroa o Lekittarra, que partían con más opciones sobre el papel. Las traineras gallegas fueron las únicas que se colaron entre las grandes favoritas en la tensa tarde del jueves.
Sin salir de tierras gallegas, Chapela fue la protagonista de la regata clasificatoria femenina, que vio cómo alguna de las candidatas se quedaban fuera. Además de las grandes favoritas, y algunas de las mejores embarcaciones de la Liga ETE, Chapela, se coló entre los siete mejores tiempos tras superar a San Juan en menos de dos segundos. La segunda clasificada de la LGT gallega también superó a Cabo, su ganadora, y rompió los pronósticos de esta edición.
Las pasaitarras, por su parte, fueron la gran sorpresa de la categoría femenina el verano pasado. Después de concluir la temporada en el 6º lugar de la categoría de plata, la embarcación rosa llegó a la bahía donostiarra con el objetivo de sorprender, pero sin ninguna presión. Las tornas cambiaron ya en el agua, y finalmente consiguieron marcar uno de los mejores siete registros para participar en la disputa por la bandera. Zarautz, por su parte, hizo lo mismo en la categoría masculina.
Tras ser campeones penúltimos en la Liga Eusko Label, y teniendo que disputar poco después el play-off por la permanencia, que habrían conseguido, la Enbata quiso ser parte de La Concha 2020. La trainera zarauztarra partía a priori desde el grupo de las cenicientas que probablemente no lograrían el querido billete para los próximos domingos de septiembre, pero cerrar una de sus mejores actuaciones del verano le hizo conseguirlo y tener así la oportunidad de preparar el importante play-off disputando a la vez la gran bandera.