Anoeta regresa al mapa del rugby europeo

El rugby de primer nivel regresará este sábado al estadio de Anoeta (17.00 horas). El encuentro entre el Aviron Bayonnais y el Pau pondrá fin a un paréntesis de casi cinco años sin disfrutar del deporte del balón oval en el coliseo donostiarra, que durante una época acogió con cierta frecuencia partidos del principal torneo de clubes de Europa, encuentros internacionales o visitas de una de las mejores ligas del mundo, como lo es el campeonato francés. El precedente anterior, en 2018, fue el choque entre las selecciones de Estados Unidos y Samoa, que se disputó cuando el campo todavía se encontraba inmerso en plena remodelación. El partido entre lapurtarras y bearneses y, sobre todo, las semifinales del Top 14 que acogerá el estadio el próximo mes de junio volverán a convertir Donostia en un referente para el rugby europeo.

Anoeta abrió sus puertas al rugby de primer nivel en 2005, doce años después de la inauguración del estadio. El Biarritz Olympique pasaba entonces por los mejores momentos de su historia. Los rojiblancos, que iban a ganar la liga francesa ese mismo año, aspiraban a conquistar también el principal torneo de clubes de Europa, y su campo de Aguilera se les estaba quedando pequeño. Los biarrots decidieron trasladarse a Anoeta para disputar nada menos que el único partido de los cuartos de final del campeonato continental frente a otro gigante europeo como es el Munster irlandés. El estadio se llenó hasta la bandera, con más de 30.000 espectadores, y el Biarritz se adjudicó la victoria y accedió a las semifinales (19-10). En esta ronda, sin embargo, los vascos tuvieron que actuar como visitantes, y cayeron a domicilio ante el Stade Français.

El duelo entre Biarritz y Munster fue el primero de los 17 partidos que acogió Anoeta. Desde entonces, el estadio donostiarra ha sido escenario de siete encuentros de la máxima competición continental, siete partidos de la liga francesa, un derbi lapurtarra de carácter amistoso y dos encuentros internacionales.

En las temporadas siguientes, el Biarritz regresó para enfrentarse a Sale Sharks (11-6) y Bath (18-9) en su camino a hacia una final que perdería en Cardiff ante el Munster (19-23). El sueño europeo de los rojiblancos no terminó ahí, y en la 2006-07 el club lapurtarra acudió de nuevo a Donostia para jugar ante los Northampton Saints. En esta ocasión, sin embargo, Gipuzkoa no ejerció como talismán y el Biarritz sufrió su primera derrota en su segunda casa (6-8).

Cinco partidos en un año

En la campaña 2008-09 no hubo más rugby en Anoeta, pero el curso siguiente acogió cinco encuentros más. El Aviron también quiso disfrutar del estadio guipuzcoano, e hizo que Donostia acogiera por primera vez dos encuentros de la liga francesa, entre ellos un derbi lapurtarra que hizo que el Biarritz se estrenara en Anoeta como visitante. Los rojiblancos también ejercieron como anfitriones frente al Toulouse, en liga, y ante los Ospreys y el Munster, en Europa. El triunfo ante los irlandeses abrió a los lapurtarras las puertas de una nueva final, que perdieron frente al Toulouse.

La temporada 2010-11 fue el inicio de un cambio de tendencia. Anoeta acogió el duelo liguero entre el Aviron y el Toulouse (19-13), un nuevo derbi lapurtarra con el Biarritz como anfitrión (40-10), y el duelo entre los rojiblancos y el conjunto occitano (20-27). Para entonces, sin embargo, los biarrots ya habían iniciado su decadencia, y aquel fue su último encuentro oficial en Donostia. Rojiblancos y blanquiazules regresaron para disputar un amistoso en 2012. Después, solo el Aviron volvió a Anoeta para enfrentarse al Toulon en 2013 y al Stade Français un año después.

En las siguientes campañas, tanto Biarritz como Aviron Bayonnais estuvieron muy lejos de la elite del rugby francés. De hecho, los rojiblancos jugaron en la segunda división gala entre 2014 y 2021, y tras un efímero regreso al Top 14 la temporada pasada, en esta campaña están jugando de nuevo en la ProD2. Los blanquiazules, a su vez, han vuelto este curso a la máxima categoría tras haberse movido entre la primera y segunda división en las últimas temporadas.

Las obras en Anoeta tampoco ayudaron a atraer grandes partidos. El conjunto biarrot llegó a barajar la posibilidad de trasladar sus encuentros a Donostia, pero únicamente como medida de presión en el conflicto que le enfrentaba al Ayuntamiento de Biarritz. El Aviron Bayonnais, por su parte, ha impulsado en los últimos años varias remodelaciones en su campo que han aumentado significativamente el aforo del Jean Dauger, incrementado su capacidad hasta superar las 14.000 plazas.

Encuentro entre Samoa y Estados Unidos en Anoeta durante su remodelación. Javi Colmenero

Anoeta, sin embargo, no se despidió del todo del rugby y, en plena remodelación del estadio, acogió dos encuentros internacionales en 2016 y 2018, con Estados Unidos como anfitrión ante Tonga y Samoa.

El regreso del Aviron

Esta temporada, el Aviron Bayonnais ha regresado a la máxima categoría del rugby galo y está cuajando una gran actuación. Los blanquiazules se encuentran en puestos de play-off por el título y se están mostrando intratables como locales, arropados por un estadio abarrotado. Hace un par de jornadas, sin ir más lejos, 13.341 espectadores acudieron al duelo frente al Stade Français (29-26). El Jean Dauger vuelve a quedarse pequeño, y el club baionarra ha decidido jugar en Anoeta, que ya tiene todas las entradas vendidas, ante la Section Paloise de Pau, otro club del departamento de Pirineos Atlánticos ubicado a unos 160 kilómetros de Donostia. El choque entre vascos y bearneses será la carta de presentación al deporte del balón oval de un Anoeta totalmente transformado, y también servirá para ensayar la gran cita que le aguarda esta campaña, con la disputa de las semifinales de la liga francesa el 9 y el 10 de junio. Donostia volverá a figurar así en el mapa del rugby europeo.