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Vida y estilo

“Ante el cáncer, el miedo no es el camino”

“No hay que tener miedo al cáncer, si un día llega, ya te ocuparás de él entonces”, sostiene Gonzalo Calderón. “Las terapias son cada vez mejores; igual, cuando te toque, incluso se pueda curar”, dice esperanzado este joven médico de familia autor de ‘Mi
Calderón ha publicado ‘Mi guía del Súper Viviente oncológico’.
Calderón ha publicado ‘Mi guía del Súper Viviente oncológico’. / N.G.

Recibir la noticia de un cáncer es siempre un mazazo que te sitúa en el borde mismo del precipicio del miedo vital. En esta tesitura cualquiera se haría la pregunta de si es posible llevar una vida sin miedo, más aún cuando a los 33 años en la mochila de vivencias se transportan seis cánceres, superados, sí, pero con sus secuelas también.

Para la mayoría la respuesta puede parecer evidente, ociosa e incluso innecesaria; pero Gonzalo Calderón, médico residente en un centro de salud en Palencia, se encuentra en esa situación y su respuesta no es, ni muchísimo menos, la decaída esperada, sino un libro, Mi guía de Súper Viviente oncológico, donde deja bien claro su leit motiv más vital y vitalista: “Vivir con miedo no tiene sentido”.

Quién es

Gonzalo Calderón (Burgos, 1991), desde 5º de Primaria hasta 1º de Bachillerato estudió en casa mientras iba y venía al hospital tras ser diagnosticado de su primer cáncer. Consiguió superarlo, obtener la nota suficiente para matricularse en Medicina, aprobar todos los cursos y el MIR, y empezar la residencia de la especialidad de Familia en Palencia. En estos años le han diagnosticado y tratado de otros cinco diferentes tumores. Ahora ha publicado Mi guía del Súper Viviente oncológico (Fundación Círculo Burgos), en la que, con un estilo muy directo, da consejos para afrontar una enfermedad que aterra y que está rodeada de tabús. También ha publicado Sencoísmo.

Puede decirse que sus primeros cánceres superados impulsaron a Gonzalo Calderón a estudiar Medicina y que los cinco que transporta ya vencidos en su mochila vivencial le catapultan hacia ese vivir sin miedo, en el que ayudar a las personas que se encuentran en su situación se ha convertido en objetivo primordial de su labor asistencial y vital.

Así, todas las personas diagnosticadas de cáncer pueden encontrar en la guía de este Súper Viviente los consejos más útiles de cómo saber sortear la incertidumbre, el cansancio o el tabú que acompañan al tratamiento de un cáncer. No son lecciones teóricas, sino enseñanzas prácticas de quién lo ha vivido y sigue viviendo en ese trance del que él saca siempre la conclusión positiva de que la noticia de sus cánceres fueron momentos para parar y reflexionar sobre si de verdad estaba viviendo la vida que quería.

La portada de 'Mi guía del Súper Viviente oncológico'.

La portada de 'Mi guía del Súper Viviente oncológico'. Cedida

“Es una putada”

La noticia “tiene usted cáncer” es la que nadie quiere escuchar. “Lo que estás escuchando es una putada. Sí, con mayúsculas. Para ti, en ese momento, es una mierda enorme. Pero si consigues pasar de una mierda como una catedral a una mierda como una iglesia, no deja de ser un avance”, comenta Gonzalo en una conversación con periodistas organizada por la Federación Española de Tecnología Sanitaria (Fenin).

Porque es consciente de que sin los avances médicos y tecnológicos habidos en los últimos 20 años no estaría vivo. Al diagnosticarle el primer tumor con menos de 10 años fue tratado en su ciudad natal, pero los oncólogos le remitieron al Hospital Vall d’Hebrón de Barcelona para tratarle de un linfoma no Hodgkin.

Destaca contundente y emocionado cómo la tecnología sanitaria ha supuesto una presencia especial en su vida. “Bendito Tomografía de Emisión de Positrones-PET, una técnica diagnóstica no invasiva que me dio la vida; me posibilitó un diagnóstico y un mejor pronóstico que posibilitó mi cura”, rememora.

“Nos fuimos para estar unos días, pero nos quedamos varios meses; a mis padres les dijeron en varias ocasiones que de esa noche no salía, porque la quimioterapia no funcionó, tampoco la radioterapia. Por último, optaron por un trasplante de médula de mi hermano y salió bien porque aquí estoy”, recuerda con una sonrisa. “Fueron momentos difíciles para un niño, porque los tratamientos dejaron secuelas, pero gracias al apoyo de los especialistas y de mis padres fui superándolo”.

Red social

Porque para este joven médico su red social de apoyo, su familia, sus amigos y pensar en positivo, han sido las grandes ventajas para salir adelante. Considera que la gran mayoría de las cosas que “nos ocurren en la vida son neutrales”. Por ello, insiste, en que es necesario acostumbrarse a ver las cosas buenas en ellas.

En su opinión, aunque el cáncer sea una “mierda”, intenta sacarle el otro lado. “Si un día llega, no hay que tenerle miedo al cáncer; los tratamientos cada vez son más eficaces, no ya de los que había cuando me diagnosticaron a mí el primero, sino desde hace tres años. Cada vez salen nuevas alternativas tanto tecnológicas como moleculares. Por eso hay que tener esperanza”, apunta Calderón.

Insiste al señalar que cuando peor lo pasó fue cuando no sabía lo que le ocurría, ese período de incertidumbre desde que te detectan algo que tiene toda la pinta de ser cáncer hasta que le ponen nombre y apellido. “Enfrentarse a un cáncer es agotador a nivel mental, pero enfrentarse a esa incertidumbre de no saber qué hacer ni que tumor tienes es aún peor”, reconoce.

Por suerte, señala, se puede hacer más llevadero. ¿Cómo? “Para empezar distrayéndote. Si estás todo el día rodeado de gente te va a costar sacar un rato para comerte el coco. Y para la noche, o los tiempos en los que no puedes estar distraído con otras personas, usar algún tipo de técnica de mindfulness (que básicamente es concentrar tu mente en algo). Centrar tu pensamiento en otra cosa cada vez que el cáncer venga a tu mente”.

Él, pese a ser ateo, utilizó la figura de Dios; se imaginaba que no solo existía, sino que estaba interesadísimo en que se curase. “Dios existe y me quiere, me repetía yo una y otra vez. Puedes usar un elefante rosa bailando si lo prefieres, pero hazte un lema y una imagen mental fuerte que te permita centrar tu mente en algo que no sea incertidumbre y repítela en tu cabeza una y otra vez hasta que no haya nada más en ella”, explica con vehemencia.

Sobrevivir mejor

Se considera un Súper Viviente por dos razones; primera, porque no tiene una bolita de cristal que le permita ver el futuro y “por lo tanto no tengo ni idea de si voy a sobrevivir”; la segunda, “porque el cáncer es, además de una putada inmensa, una oportunidad para aprender”.

Gonzalo Calderón reconoce que si hay algo que puede afirmar con seguridad y con conocimiento de causa es que somos seres sociales “y lo que nos aporta felicidad y nos hace sentir bien son nuestras redes sociales”. No se refiere a Facebook ni a Instagram, sino a la red de la familia y amigos con la que estamos interconectados.

“El cáncer dentro de esa grandísima mierda que no le deseo a nadie, también es una magnífica oportunidad para romper círculos viciosos. Porque muchas veces tenemos que luchar contra nuestra propia mente y contra lo que la gente espera de nosotros. Si toda la vida llevas metido en esa vorágine, es prácticamente imposible salir. Porque tu mente, incluso si es consciente de que no eres feliz, no te deja huir. Sin embargo, el cáncer puede ser tu comodín, ya que la irrupción de una catástrofe puede servir de excusa contigo mismo”, reflexiona en voz alta.

Querer vivir

Aunque es duro, muy duro, porque “vas a tener un parón en tu forma de vida, un cambio de rutina total”. Pero, “aprovéchalo para pensar, para decidir qué te gustaría hacer y ser si tuvieses la oportunidad de elegir de nuevo con todo lo que has aprendido hasta ahora. Y después, aprovecha el cáncer como excusa perfecta y ponlo en práctica. Cómo me dice un buen amigo: “cambia de pregunta ¿por qué a mí? a ¿para qué a mí?”.

En un mundo en la que la mayoría de la gente que se encuentra inmersa en círculos viciosos complejos, el hecho de que tú puedas cambiar el chip para vivir como quieres vivir, “viendo como las imposiciones sociales tienen cada vez menos efectos sobre ti, mi situación se puede considerar Súper Vivir. Y el cáncer, pese a la gran putada que es, puede ser también la oportunidad perfecta para empezar a hacerlo”, sentencia.

2024-11-19T00:19:06+01:00
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