Actualmente 250.000 personas viven expuestas al mayor riesgo natural del territorio, las inundaciones. ¿Cómo afectará además el cambio climático?
—Está previsto con episodios que cada vez se pueden hacer más extremos, tanto sequías como lluvias de carácter torrencial, que pueden provocar situaciones de inundabilidad, por las características de nuestros ríos. Sin embargo, tenemos detectado donde están los puntos más críticos; es decir, los sitios donde están las situaciones de mayor inundabilidad y espacios vulnerables a esa situación. Y ante esto planteamos distintas actuaciones.
¿Como cuáles?
—La planificación, intervención cuando se producen o se van a producir riadas, la actuación y la concienciación... Y es que el riesgo de inundación se da en muchos casos en ámbitos urbanos, residenciales que están cerca del río, y es importante no repetir los errores del pasado.
¿En qué sentido?
—En cuanto a desarrollo urbanístico que invade hasta las cuencas de los ríos. Cada vez se corrige más, y, por lo tanto, estamos centrados en la planificación de prevención e inundaciones o defensas, y actuaciones que llevamos a cabo en las cuencas de los ríos.
Habla de prevención, planificación.... pero, ¿actualmente se pueden evitar las inundaciones que están por llegar?
—A lo largo de muchos siglos en Euskadi se han producido inundaciones y se seguirán produciendo, pero donde se está actuando no se producen episodios como el del 83. A finales del 2021 hemos visto temas concretos, por ejemplo, como en Zalla donde se vio que donde se actuó no se salió el agua. Y es que se llevó a cabo un proyecto de defensa frente a inundaciones, y fue muestra de que las actuaciones que hacemos desde Ura junto con los ayuntamientos en relación a obras de defensa de inundaciones son eficaces y son eficientes. Dan resultados, porque lo que hacemos es darle más cauce al río, darle más espacio al agua, para que de esa forma, cuando se producen episodios de lluvias torrenciales, el cauce del río sea capaz de tragar todo el agua que le viene, y no se produzcan riadas.
Por lo tanto, inundaciones, o crecidas de ríos sí que va a seguir habiendo, ¿pero el objetivo es que no se repita algo tan grave?
—Sí, efectivamente, que con las actuaciones que hagamos y las prevenciones que se hagan, los efectos, sobre todo, sean inexistentes frente a la pérdida de vidas humanas, en primer lugar, evitar daños a las personas y luego a los bienes, y ese es el objetivo.
Un estudio de Ihobe apunta que en el periodo 2041-2070 se producirá un incremento de en torno al 20% de la precipitación intensa en Euskadi debido al cambio climático. Los estudios muestran que la situación se va a seguir agravando.
—Por ese motivo, tenemos que ser capaces de ser, con este agravamiento previsible, más resilientes cada vez a ese proceso de cambio climático. Y es que puede incrementar la torrencialidad de las precipitaciones con un carácter más intenso, más torrencial, que derive en salida de agua de los ríos, en definitiva, en una inundación que lo que hay que hacer es prevenir. Y en ese sentido está realizada toda la planificación hidrológica de tanto la cuenca cantábrica como la cuenca del Ebro para actuar ahora y en los próximos años.
Ura tiene identificadas cuáles son las zonas más críticas, pero a medida que se van llevando a cabo diferentes estudios, ¿se han ampliado las zonas de actuación?
—Las zonas están desde hace ya muchos años, sobre todo con la planificación hidrológica muy definidas son todas esas cuencas que en el ámbito de Euskadi hay el Kadagua, es el Ibaizabal, es el Buitroe... Las cuencas que las tenemos identificadas desde hace muchos años, en las que se han producido históricamente episodios recurrentes de inundación y en los que seguirán produciendo. Con el cambio climático la previsión es que se puedan agravar, pero al final el objetivo es el mismo, tratar de reducir al máximo el riesgo y las consecuencias de ese riesgo que conlleva la inundación.
La agencia vasca del agua lleva realizando labores de prevención, y planificación desde el año 2008. Echando la vista atrás, ¿qué valoración hace del recorrido de URA?
—Queda mucho por hacer. El objetivo que tiene en esta legislatura URA es claro, es ser una administración cercana a toda la ciudadanía de Euskadi. Tenemos un recorrido importante por hacer, ya que a veces no se nos percibe de forma cercana. Además, tenemos que ser una administración ágil, responder a los requerimientos y necesidades de nuestros administrados. En segundo lugar, destacaría que URA actúa incluso en las cuencas que no son de su competencia.
Explíquese.
—Se actúa en las cuencas intercomunitarias que son competencia de la administración del Estado, que no realiza ya obras de defensa frente a inundaciones, pues tenemos asumido ese papel de realizar todas esas obras de prevención y de defensa de inundaciones. Y en tercer lugar, hay dos objetivos claros de cara a los próximos años. Por un lado, la garantía de abastecimiento de agua a toda la población de Euskadi, y garantizar también una adecuada depuración y tratamiento de las aguas residuales para devolverlas en buenas condiciones al medio natural. Es importante tener una red de saneamiento que devuelva el agua al medio natural en condiciones.
¿A qué retos se enfrenta Euskadi en los próximos años a la hora de encarar el cambio climático?
—Hemos puesto el foco en las inundaciones porque es un problema importante, recurrente, y sobre el que hay todavía actuaciones ya previstas, además desde hace muchos años, que se tienen que abordar. Ya que el objetivo principal en esa materia, es el de ser un territorio, un país cada vez más resiliente frente al fenómeno de las inundaciones, así como frente al cambio climático que las puede, digamos, agravar.