Antonio Escandón, el trabajador que resultó malherido en julio de 2019 tras caer desde lo alto de la cubierta de Anoeta, de casi 20 metros de altura, durante las obras del renovado Real Arena, ha podido pisar esta mañana el césped del nuevo estadio y esta tarde del jueves presenciará desde el palco de Anoeta y junto a su familia, el encuentro de la 36ª jornada de Liga de Primera División entre la Real Sociedad y el Cádiz. Su Cádiz.
Entre tanto, Antonio, tal y como avanzó a este periódico poco antes de someterse a la operación que le salvó la pierna izquierda de la amputación, ha podido volver a San Sebastián y caminar por el campo por su propio pie y también ha podido degustar una chuleta en una sidrería de Errenteria, tal y como se había prometido a sí mismo.
Escandón ha vivido una jornada plagada de emociones, con numerosas entrevistas a medios de comunicación, visita al interior del Estadio de Anoeta, en cuyas obras partició en 1993, durante la construcción del estadio inicial, y en 2019, durante la renovación del que hoy se denomina Reale Arena.
El trabajador, natural de Cádiz y afincado en Valencia, ha estado con responsables de la Real y del del Cádiz, incluido su presidente, Jokin Aperribay, uno de los valedores de que este trabajador de la construcción. Antonio es un fiel seguidor del Cádiz. Vivió en frente del estadio Ramón de Carranza, donde todavía reside su madre.
Escandón llegó ayer a Donostia con una de sus hijas, Arantxa, el marido de esta y la actual pareja del propio Antonio, que han visitado las instalaciones de Anoeta. El presidente de la Real, Jokin Aperribay, ha realizado "un emotivo discurso" y ha estado "muy atento, hablando con él", han asegurado allegados al trabajador, según han confirmado a NOTICIAS DE GIPUZKOA allegados al propio Antonio.
Escandón y su familia han visitado las instalaciones de Anoeta, el vestuario, ya preparado con las equipaciones de los equipos para el partido de esta tarde, y Jokin Aperribay ha bajado entonces con las directivas de ambos equipos, encabezadas por el propio Aperribay y por el presidente del Cádiz, Manuel Vizcaíno Fernández.
Su hija estudió con el hermano de Silva.
Posteriormente, han llegado al estadio los jugadores de la Real, como acostumbran en los días de partido, antes de concentrarse en el hotel hasta poco antes del partido. Uno a uno le han saludado y han intercambiado impresiones. Especialmente el entrenador de la Real "ha estado muy atento" ha reconocido el propio Antonio.
Además, se da la circunstancia de que Arantxa, la hija que acompaña a Antonio en esta visita a Donostia, estudió con el hermano del jugador de la Real David Silva, que ha tenido de saludar a la propia Arantxa e intercambiar unas palabras.
Sobre el pronóstico del partido, "mejor no hablamos", ha reconocido Antonio a este periódico: "Ustedes aprieten al suyo, yo al mío, y que gane el mejor".