Antonio Salado (Sestao, 29 de enero de 1997) vive un momento dulce en el Gernika, tercer clasificado del grupo II de Segunda RFEF. Especialmente, porque el fino zurdo ha visto puerta en cada uno de los tres últimos partidos que ha disputado su equipo, con lo que eleva su marca a seis tantos, la mejor de largo desde que dio el salto a categoría senior desde el Athletic juvenil. Basconia, Bilbao Athletic, Portugalete y Compostela han sido sus anteriores clubes antes de recalar en el conjunto foral. “El hecho de hacer goles te da ese plus de confianza que inconscientemente tú no lo notas”, reflexiona.
¿Estás en tu mejor momento?
Sí, estoy en un momento bueno, son los mejores que recuerdo. Al final un jugador tiene momentos malos y buenos, y hay que aprovecharlos. Y espero que se alargue lo máximo posible, sobre todo por ayudar al equipo, que es lo más importante.
¿Cómo explica su inesperado idilio con el gol?
Es para lo que trabajamos, para lo que entrenamos. Estamos día a día mejorando y la gente que estamos jugando en posiciones más ofensivas tenemos esa responsabilidad, que es ayudar al equipo e intentar hacer goles. Insisto, son momentos buenos que hay que aprovecharlos.
Se lo pregunto porque parece que ha descubierto de repente un fino olfato que no tenía.
Sí. Siempre me ha gustado jugar cerca del área rival, porque creo que puedo hacer daño desde segunda línea. Esta temporada me están saliendo las cosas como a uno le gusta, hay momentos que te salen mejor y en otros, peor. Ahora me están saliendo bien en todos los matices.
El hecho de que esté acertando de cara al gol, ¿se atreve más? ¿Llega más al área con el gol ya metido en la cabeza?
Por supuesto. Con cualquier jugador que hablo te lo comenta. El hecho de hacer goles con asiduidad te da ese plus de confianza que inconscientemente tú no lo notas y para el siguiente partido tienes ese pequeño atrevimiento añadido. Lo que dice, hago cosas automáticamente que igual sin esa confianza no las haría y al final siempre es positivo.
¿Le pide el míster que llegue más a la área, que sea usted, que se libere?
Sí. Aitor me lo dejó muy claro desde el principio, que quería que me liberase. Él me conocía y al final me está dando esa confianza; y a mí me gustaría devolvérsela.
Recuerdo también el remate de cabeza que le sacó Hodei Oleaga, meta del Sestao, en el derbi de Las Llanas. La que se hubiera liado si uno del pueblo bate al River.
Fue una buena ocasión que me paró Hodei, que fue compañero mío. Me conoce bien y el domingo también fue un gol de cabeza en un córner. La manera en que marcas te da igual, mientras que entre en la portería.
En referencia al partido del domingo, ¿Por qué no fue capaz el Gernika de vencer al Tarazona?
Hicimos méritos para llevarnos los tres puntos, pero no pudo ser. El Tarazona es lo mejor que tenemos en la Liga, junto al Sestao, y lo está demostrando. Hicimos un gran partido, fue una pena el empate. Tuvimos ocasiones para hacer el 2-0 incluso, por lo que toca aprender de los errores que cometimos y ya estamos pensando en el Utebo, que va a ser otro partido muy fuerte contra un rival directo.
Dentro de esa querencia por estar arriba, el domingo sufrieron un pequeño bajón, porque habían encadenado siete victorias consecutivas en Urbieta, se ponen por delante y no son capaces de ganar.
Eso es, era un partido vital. No hacía falta ningún tipo de motivación porque ya el propio partido lo tenía, porque, en caso de ganar, supondría adelantarles en la posición, ponernos segundos y acercarnos un poquito más al Sestao. Fue una pena no quedarnos con esos tres puntos que los teníamos en la mano. Quedan todavía jornadas por delante y tenemos que conseguir el mayor número de puntos posibles.
Al final también sumaron, que también se trata de eso.
Fue un buen punto. Lo tenemos que dar por bueno porque es contra un rival directo, en un partido muy intenso, de muchas idas y vuelta. El punto no podemos darlo por malo ni mucho menos, porque fue muy trabajado y siempre que sea sumar es positivo.
“ Que los rivales nos respeten un poco más, que salgan con ese miedo entre comillas ante nosotros, sí que es un plus ”
Faltan solo ocho jornadas. ¿Se ven más cerca del ‘play-off’?
El objetivo del play-off se ha convertido para nosotros en algo inesperado, porque estábamos en una situación bastante mala al principio de temporada. A base de trabajo y yendo a partido a partido, hemos podido sacar la cabeza de abajo y ponernos en puestos privilegiados. A día de hoy obviamente lo vemos factible. Cada vez que pasan las jornadas queda menos, seguimos ahí, en lo alto de la tabla, y esperemos que nadie nos quite esa ilusión.
¿Comparte la reflexión de su propio compañero Koldo Berasaluze, que reconoce que ahora los rivales ven al Gernika con otros ojos?
Cuando juegas contra un equipo del alto de la tabla le tienes ese respeto que, inconscientemente, a uno que está un poquito más en descenso no se lo tienes. Eso es un plus para nosotros, que los rivales nos respeten un poco más, que salgan con ese miedo entre comillas y lo tenemos que aprovechar, tenemos que seguir de esta manera y demostrar que somos un buen equipo para estar arriba
¿Dónde va a estar la clave en estas ocho jornadas para consumar el objetivo del ‘play-off¡?
La clave la tenemos muy clara. Lo hemos demostrado estos últimos encuentros y tenemos que continuar en la misma dinámica, seguir trabajando para que el próximo rival el día que juegue contra nosotros lo pase mal y mantener la misma manera en la que estamos haciéndolo. Están saliendo las cosas bien y ha sido algo que nos lo hemos ganado.