"Es un problema serio y hay que actuar ya". Así de claro lo tiene el investigador del CSIC Antonio Turiel cuando habla de los problemas energéticos si bien pide no caer en el alarmismo ni hablar de racionamiento de electricidad al menos este invierno. "Hay una cierta histeria", reconoce y cree que a largo plazo habra que hablar de "racionalización" en el uso. Pero manda un mensaje de tranquilidad. "Se está trabajando ya para solucionar los problemas. La gente no es idiota y no se queda quieta. Habrá que hacer cambios pero no ponernos histéricos", afirma.
¿Por qué entonces la alarma y las advertencias de países como Alemania o Austria? Porque ellos tienen realmente un problema técnico, explica y lo detalla. "No pusieron diferenciales para ahorrarse el dinero" y ahora tienen serios problemas con su red. Y añade, los desafios en el Estado español tienen que ver más con el gas, un fallo en el suministro, matiza, sí podría acarrear "apagones cortos".
La cuestión es que hemos llegado "al máximo" de disponibilidad de materias primas y ahora empieza, advierte, el "declive" que puede durar "años y décadas". Por eso, en su opinión, los problemas de suministro que ahora vemos no se van a aliviar. Sin embargo, entiende que hay tiempo para trabajar y hacer las sustituciones necesarias. "Que no cunda el pánico. Las cadenas de suministro están tensionadas y habrá problemas puntuales pero lo peor que se puede hacer es comprar por pánico porque eso alimenta la psicosis", subraya.