Gipuzkoa

Antonioren Borda: una borda en la Guía Repsol

Montañeros catalanes en la terraza cubierta de Antonioren borda.

Ubicada en las idílicas campas de Zelatun, en las faldas del monte Ernio, Antonioren borda se ha hecho con uno de los 50 'Soletes' que la reputada guía gastronómica ha concedido en Gipuzkoa.

Conocida por los Soles que concede cada año a destacados restaurantes, la Guía Repsol ha estrenado este pasado mes de julio la nueva categoría de Soletes; un reconocimiento "para lugares en los que pasar un buen rato y disfrutar de la cocina" en el que tienen cabida desde chiringuitos, terrazas, cafeterías, heladerías, pastelerías, bares y tascas hasta vinotecas, bodegas, sidrerías, hamburgueserías, bocaterías, pizzerías o restaurantes de carta informal y menú del día. En definitiva, establecimientos de la más diversa índole con un denominador común: que en todos ellos "se come de vicio", tal y como puntualiza la propia Guía Repsol en su web.

En la primera edición de estas nuevas distinciones, los responsables de la publicación gastronómica han concedido 50 Soletes en cada una de las provincias del Estado español.

En el caso de Gipuzkoa, la mayoría de los citados reconocimientos han sido para vinotecas, gastrotecas y cuidados negocios hosteleros en los que se pueden degustar elaborados pintxos (buena parte de ellos situados en Donostia y Hondarribia).

Sin embargo, entre los galardonados con los Soletes del territorio hay uno que, por diferente al resto, llama poderosamente la atención.

Es Antonioren borda; un establecimiento ubicado en las idílicas campas de Zelatun que desde hace más de medio siglo constituye un lugar de parada obligatoria para todas y todos los mendizales que afrontan la exigente subida a la cima del monte Ernio desde cualquiera de las múltiples rutas existentes.

Situada en pleno corazón de Gipuzkoa (en el término municipal de Errezil) y a una altitud de 846 metros, Antonioren borda ofrece al visitante la posibilidad de degustar todo tipo de pintxos, bocadillos y platos combinados, pero también una buena paella, unas elaboradas alubias y hasta un delicioso chuletón a la brasa.

Todo ello, con la particularidad de que en el exterior de la borda hay dos terrazas (una cubierta) en las que, además de comer, se puede disfrutar de unas impresionantes vistas y de un entorno natural privilegiado.

Una grata sorpresa Al frente de Antonioren borda "desde hace ahora once años", el matrimonio errezildarra formado por María Jesús Etxeberria y José Mari Ugartemendia ha reconocido a NOTICIAS DE GIPUZKOA que la concesión del Solete de la Guía Repsol a su establecimiento les ha pillado "por sorpresa". Aún así, reconocen que les ha hecho "muchísima ilusión".

Según cuenta la propia María Jesús, recibieron la buena nueva por medio de un mensajero: "Nos llamó por teléfono para decirnos que tenía un paquete para entregarnos en la borda y al decirle que estaba en el monte y que tenía que subir bastante arriba nos pidió la dirección de nuestra casa para dejarlo en el buzón".

Finalizada su jornada laboral, fue al regresar a su domicilio en Errezil cuando María Jesús y José Mari recogieron el paquete que incluía el certificado que acreditaba a su negocio como uno de los galardonados con un Solete de la Guía Repsol. "No sabíamos qué era pero miramos en Internet y al enterarnos de qué iba la cosa sentimos una gran alegría. No tenemos ni idea de quien ha propuesto nuestra borda ni si ha pasado alguien por ella para concedernos este reconocimiento pero nos ha hecho mucha ilusión", explica María Jesús en un pequeño paréntesis mientras prepara la comida para 15 montañeros catalanes y otro grupo de franceses.

"En julio y agosto sobre todo trabajamos con gente que está de vacaciones pero el resto del año casi todos nuestros clientes son de aquí", sentencia la responsable de una borda que de lunes a viernes abre a las 9.30 horas y los fines de semana una hora antes. El cierre, en cambio, se lleva a cabo "cuando se ha ido toda la gente".

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15/08/2021