Año Jubilar Lebaniego 2023-2024, una oportunidad única de disfrutar de más de 400 actividades en Cantabria

A todos los eventos a disfrutar en Cantabria este año 2023 hay que sumar la celebración del Año Jubilar Lebaniego. El pasado 16 de abril, la Puerta del Perdón del Monasterio de Santo Toribio de Liébana se abrió para celebrar el septuagésimo cuarto Jubileo del templo ubicado al abrigo de los Picos de Europa.

Una solemne apertura que sirvió como pistoletazo de salida a un año muy especial para Cantabria, que viene celebrando su Año Santo desde que el papa Julio II concediera en 1512, mediante una bula, este derecho al monasterio cántabro cada que vez que la fiesta del santo caiga en domingo. Privilegio que se debe a que aquí se guarda la reliquia más grande del Lignum Crucis (la Cruz en la que murió Jesucristo) que se conserva en el mundo. 

Junto con Roma, Jerusalén y Santiago de Compostela, Santo Toribio de Liébana es uno de los cuatro únicos lugares en el mundo donde se celebra Año Santo desde la Edad Media.

Cantabria recibirá a los peregrinos que lleguen al Monasterio de Santo Toribio, a través del Camino Lebaniego, un recorrido natural de 72 kilómetros, jalonado por un rico patrimonio paisajístico y cultural y declarado Patrimonio de la Humanidad en 2015.

Camino del Norte

Toda reliquia o vestigio religioso vinculado a un lugar santo de relevancia está ligado en el mundo cristiano a un Camino de Peregrinación. Y, en este apartado, Cantabria ocupa un lugar destacado, ya que es la única región del mundo cristiano que cuenta con dos caminos de peregrinación: el Camino del Norte y el Camino Lebaniego.

Por un lado, por Cantabria transcurre la parte del Camino de Santiago que se conoce como Camino del Norte y que va desde Ontón hasta Unquera, pasando por localidades tan emblemáticas como Castro Urdiales, Laredo, Santoña, Santander, Santillana del Mar, Comillas o San Vicente de la Barquera. 

El Camino del Norte es una de las opciones preferidas de los peregrinos que deciden realizar el Camino de Santiago, gracias a la espectacular belleza de sus paisajes. Asimismo, el Camino del Norte es considerado el primer camino que utilizan los peregrinos para llegar hasta la plaza del Obradoiro, la más antigua de las rutas de peregrinación jacobeas.

Camino Lebaniego

Llegar hasta Santo Toribio a través del Camino Lebaniego supone un viaje cargado de emociones y recompensas. 

Antes de traspasar la Puerta del Perdón, que se abre solo en año jubilar, los 'crucenos' o 'cruceros' –así son llamados los peregrinos a Santo Toribio- tienen la oportunidad de descubrir un camino cargado de sensaciones, arte y naturaleza.

Todo un mundo de experiencias que enlaza una comarca histórica con sendas espirituales y culturales que se ramifican por toda Cantabria y otras partes de España. Y es que el Camino Lebaniego, entre San Vicente de la Barquera y Santo Toribio, también sirve de enlace entre el Camino de Santiago norte y el francés.

Los peregrinos descubren en el camino pequeñas zonas rurales ricas en etnografía y tradición, además de joyas culturales como como el templo gótico de Santa María de los Ángeles, el castillo de San Vicente, la Ferrería de Cades, la iglesia de Santa Juliana o la iglesia mozárabe de Santa María de Lebeña.

Asimismo, la naturaleza alcanza su mayor exponente en esta ruta de peregrinaje, denominada como 'el camino más natural', dado que el peregrino atraviesa seis espacios protegidos de la Red Natura 2000.

En sus 72 km de recorrido, el camino reúne toda la variedad que el visitante puede encontrar en Cantabria: vestigios arquitectónicos diversos, experiencias turísticas para todos los gustos, un patrimonio subterráneo excepcional y pueblos de costa o de interior que parecen haberse detenido en el tiempo –dos de ellos, Potes, la capital lebaniega, y Mogrovejo están reconocidos entre los Pueblos Más Bonitos de España–.

Numerosas actividades

Más allá de las creencias y la fe, este evento religioso va consolidando su magnitud turística y cultural gracias a las numerosas actividades que se celebran en torno a él en diferentes ámbitos como el cultural, ambiental o deportivo y está reconocido como 'Acontecimiento de Excepcional Interés Público' a nivel nacional.

Que el año jubilar se convierta en un estado mental para los cántabros y en un hecho colectivo y que su celebración sirva para internacionalizar el evento y proyectar la importancia histórica del mismo, son algunos de los objetivos perseguidos.

A ello contribuirá la programación diseñada. Cuatro eventos de apertura están dando la bienvenida, en los meses de abril y mayo, al Año Jubilar Lebaniego.

Ara Malikian actuó el 15 de abril en Santo Toribio y Potes; la explanada del Monasterio de Santo Toribio también fue testigo, el 22 de abril, de un segundo concierto con José Carreras y Soledad Puértolas como protagonistas; la compañía valenciana Xarxa Teatre presentó en Torrelavega, los pasados 29 y 30 de abril, 'Dies Festus', creado ad hoc para ensalzar el año jubilar con fuegos, imágenes y música y los franceses de Groupe F ofrecerán un espectáculo de drones el 6 de mayo en la bahía de Santander.

Además, tan sólo en los primeros 6 meses de la celebración, tendrán lugar más de 400 actividades, que incluyen 150 conciertos, 10 ediciones especiales y exposiciones, 70 citas deportivas, 30 espectáculos de artes escénicas y 20 programas gastronómicos, entre otras.

Destacan en la agenda jubilar nombres como el grupo de rock MUSE, Alejandro Sanz, Alejandro Fernández, Raphael, Marea, Quevedo, Manuel Carrasco, Joaquín Sabina, Malú o Pablo López, así como el festival MyFest23 Cantabria Infinita, con Aitana, Bizarrap y Nicki Nicole, entre otros, (Campos de Sport de El Sardinero. 24 de junio) o el Festival Liébana Suena, que tendrá como principales protagonistas a José Mercé, Iván Ferreiro y Mikel Erentxun (9 de septiembre).

De esta forma, el Año Jubilar Lebaniego, que se desarrollará hasta abril de 2024, convertirá a Cantabria en foco de todas las miradas de peregrinos y viajeros que, además de ganarse la indulgencia plenaria tras pasar por la Puerta del Perdón del monasterio, podrán disfrutar de doce meses excepcionales en los que el hecho religioso convivirá con los eventos lúdicos.