Más de una treintena de vacas han sido halladas muertas este domingo, encerradas en una cabaña de la localidad cántabra de San Roque de Riomiera. Algunos de los animales mostraban signos de violencia, por lo que no se descarta ninguna hipótesis, y la Policía Judicial está investigando para tratar de esclarecer lo sucedido.
Según han informado fuentes de la Guardia Civil, el domingo por la mañana dos ganaderos fueron a ver a entre 30 y 35 vacas que estaban pastando en terrenos de su propiedad y no las encontraron.
Comenzaron a buscarlas y finalmente, a última hora de la mañana, localizaron a las reses hacinadas y muertas en una cabaña de piedra, con tejado de teja, que no era de su propiedad y cerrada por dentro.
Entonces avisaron a la Guardia Civil y acudió el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), que al ver el estado de los cadáveres y que las vacas estaban encerradas, avisó a la Policía Judicial.
El domingo se había conseguido sacar de la nave a prácticamente todos los animales, una tarea difícil, al ser un sitio cerrado, con muchos cadáveres, que despedían gases.
Tras la extracción, la Policía Judicial comprobó que algunas de las vacas tenían heridas y cortes, pero se desconoce si se los han hecho ellas mismas o no, lo que determinará la investigación de la Policía Judicial.