Jokin Aperribay será reelegido este martes como presidente de la Real. El dirigente realista encabeza la única alternativa para renovar el Consejo de Administración del club txuri-urdin. La elección de los nuevos consejeros para los próximos cinco años será el principal punto del orden del día de la Junta General Ordinaria que tendrá lugar en el Palacio de Congresos Kursaal de Donostia (19.00 horas).
En una carta dirigida a los accionistas, Aperribay explica que desea contar con su apoyo para “seguir construyendo la Real del futuro”.
El actual presidente espera continuar con su labor “al frente del Consejo y poder seguir impulsando el desarrollo que nuestro club necesita para consolidarse en la elite del fútbol. Un impulso que requiere ambición, pero también prudencia y sostenibilidad. Y siempre fiel a nuestra identidad”.
La misiva recuerda que “entre todos hemos hecho realidad varios de los sueños de la familia txuri-urdin: un nuevo campo y un nuevo título, por nombrar algunos”. Ahora, Aperribay quiere llevar a buen puerto la remodelación de Zubieta, “el corazon de la Real. Ya hemos arrancado la ejecución del proyecto que presentamos”, y que comprende la ampliación de las instalaciones y la construcción de nuevos edificios.
Si completa su cuarto mandato, Aperribay se convertirá en el presidente de la Real que más tiempo ha permanecido en el cargo.
Los accionistas del club también tendrán que pronunciarse sobre la gestión de la temporada 2021-22 y el presupuesto de la actual campaña. Los números para este curso, en cualquier caso, no reflejan ya la situación económica actual. Y es que, tras la formulación de las cuentas el pasado mes de junio, se han producido varias operaciones con un fuerte impacto en la economía realista, como las ventas de Alexander Isak al Newcastle por valor de 70 millones de euros –con la posibilidad de cobrar otros cinco en variables– y el traspaso de Matthew Ryan al Copenhague por cerca de medio millón de euros, así como el pago de 20 millones al Almería por la contratación de Sadiq Umar, la adquisición de Kubo por seis millones o el retorno en calidad de cedido de Alexander Sorloth.
Además, la Real ha recibido en julio y agosto un pago de 9,3 millones de euros de los 106 que le corresponden por el acuerdo con CVC. Durante la presentación de las cuentas, no obstante, el club no ofreció un cálculo aproximado de las nuevas cifras.
La gestión de la temporada pasada presenta unas pérdidas de 4,3 millones de euros tras haber obtenido unos ingresos de 138,69 millones y haber presentado unos gastos de 144,8 millones. Los derechos de televisión aportaron 69,13 millones a la tesorería realista, y la disputa de la Europa League dejó otros nueve millones. Los gastos de personal supusieron un desembolso de 92,69 millones, de los que 82,91 pertenecen a la plantilla deportiva.
El club considera que el covid generó unas pérdidas de más de cuatro millones de euros durante la temporada pasada. Y es que, por ejemplo, Anoeta no pudo disponer del 100% de su aforo hasta el pasado mes de marzo. Aún así, las cuentas se habrían cerrado con un balance positivo si los ingresos televisivos no se hubieran recortado en 4,2 millones debido al cierre de la hostelería durante la pandemia.
Durante las tres campañas que han estado marcadas por el covid, el club calcula que haber perdido un total de 2,2 millones de euros, mientras que otros clubes han sufrido de media unas pérdidas de 20,5 millones. El Betis, por ejemplo, llegó a perder 38 millones en el último ejercicio.
La sección femenina profesional, por su parte, supuso en la 2021-22 unos gastos de 2,39 millones y unos ingresos de 426.484,96 euros, lo que supone unas pérdidas de 1,96 millones de euros.
A pesar de presentar números rojos por segundo año consecutivo, Aperribay insistió durante la presentación de la Junta en que “el club está sano”, y defendió que merece la pena hacer un esfuerzo económico para que la primera plantilla pueda aspirar a mayores éxitos en el terreno de juego: “Tenemos la ambición de hacer esfuerzos deportivos y de estresar la cuenta de explotación por dos motivos. Uno, porque tenemos una generación de jugadores que nos puede llevar muy lejos, y que tiene que sentir que puede hacerlo, porque si no se van a ir. Todos los jugadores quieren estar en la Real, pero les tienes que ayudar a conseguir los objetivos deportivos que buscan. Y dos, la afición. La afición se merece alegrías” con logros “deportivos extraordinarios”.
El club, además, cuenta con un patrimonio neto de 71,4 millones, con unos fondos propios de 56,6, y el activo y el pasivo del club es de 229,2 millones.
Temporada 2022-23
El presupuesto para esta campaña, por su parte, contemplaba unos ingresos de 129 millones de euros, sin subidas en las cuotas de los socios ni medios días del club, y unos gastos de 128,4 que hubieran dejado un resultado positivo de 675.205 euros. Pero se espera que el superávit sea mucho mayor tras las operaciones registradas durante el mes de agosto.
Una vez más, el capítulo más importante entre las partidas de ingresos serán los derechos de televisión, con 63,76 millones, lo que supone una reducción de más de cinco millones con respecto a la temporada pasada.
En el capítulo de gastos, a su vez, destaca la inversión en personal, con 78,66 millones –68,17 de la plantilla deportiva–. Una cifra que supone una importante rebaja con respecto a los 92,69 del último curso.