Centenares de israelíes han seguido entre aplausos y lágrimas, desde la ya bautizada como plaza de los rehenes en Tel Aviv, la liberación de las tres primeras mujeres pactada en el acuerdo de alto el fuego que entró este domingo en vigor firmado entre Israel y Hamás.
La emoción y el nerviosismo era palpable en esta conocida plaza, abarrotada de fotografías de los rehenes y de banderas israelíes, donde parte de la sociedad ha seguido esta primera liberación a través de una pantalla instalada con retransmisiones de canales israelíes.