La firma de desarrollo y generación de energía solar fotovoltaica ha cerrado un 2021 de récord. Con proyectos sobre la mesa en Álava, su director general analiza el contexto energético y las perspectivas de su empresa
Gasteiz – ¿Es momento de apostar por la energía solar fotovoltaica?
–Hoy, más que nunca, la energía solar fotovoltaica se ha convertido en una necesidad. Cuanta más energía solar fotovoltaica desarrollemos localmente, menor dependencia energética del exterior tendremos y, por lo tanto, disminuirá el precio de la factura eléctrica de todos nosotros. La apuesta por la energía solar nos permitirá adaptarnos a la nueva geopolítica energética a la vez que luchamos contra el cambio climático. La energía solar es limpia, verde, rentable, competitiva y accesible para toda la población. En Solaria apostamos por una transición energética justa, pero también integrada en el entorno y rentable para todos. Sin ninguna duda, la energía solar fotovoltaica es y será la energía renovable del futuro.
¿Qué opina de que la Comisión Europea haya propuesto la nuclear y ciertas plantas de generación eléctrica a partir de gas como energías verdes?
–Un sistema eléctrico debe estar basado en diferentes tecnologías y creemos que hay sitio para todos. Sin embargo, considerar el gas y la nuclear como tecnologías verdes, con las importantes externalidades negativas que tienen, no parece que sea lo más razonable. El camino a la descarbonización de la economía debería evitar este tipo de atajos. Es más, la actual situación en Ucrania pone sobre la mesa los riesgos de estas tecnologías.
¿Les preocupa que la guerra en Ucrania y su impacto sobre el mercado energético puedan incidir sobre lo que parecía una apuesta institucional decidida por las renovables?
–La apuesta por las renovables es la solución al problema del gas y a la dependencia energética exterior. Lo que está aconteciendo en Ucrania debe acelerar la transición energética de Europa hacia un sistema energético más limpio y seguro. El objetivo de la sociedad debe ser claro: impulsar una transición verde que permita a Europa realizar un despliegue rápido y masivo de energía renovable para no depender de recursos importados o contaminantes, como el gas, petróleo, carbón o uranio.
Volviendo al ámbito de la energía solar fotovoltaica, a veces este tipo de instalaciones despiertan desconfianzas, ¿cómo se pueden vencer?
–La energía solar es renovable e ilimitada y, sin duda, es la energía más limpia que existe ya que no produce gases de efecto invernadero. En particular, las plantas fotovoltaicas de Solaria no producen ningún tipo de contaminación acústica, atmosférica, química, lumínica ni por olores. Asimismo, gracias al proceso de construcción y a las metodologías de operación, mantenimiento y seguimiento ambiental que realizamos, las instalaciones no provocan ningún tipo de impacto sobre el suelo, sino que ayudan a la regeneración de la capa vegetal. A esto hay que sumar que Solaria diseña sus proyectos considerando su compatibilización con los cultivos ecológicos de la zona y desarrollando en algunos de ellos lo que se conoce como tecnología agrovoltaica, por lo que los agricultores de la zona pueden también cultivar en nuestras plantas.
¿En qué consiste esa tecnología agrovoltaica?
–En nuestros proyectos tenemos muy presente el aprovechamiento del suelo y en algunos de ellos consideramos la compatibilización de los cultivos ecológicos de la zona con los paneles fotovoltaicos. Además, estamos estudiando diferentes tipos de colaboraciones con productores. En unos lugares tenemos lavanda, cultivo idóneo para combinar con las hileras de paneles solares fotovoltaicos, y en otros llevaremos a cabo acuerdos con apicultores para colocar colmenas y poder producir miel. Pero trabajamos para estudiar las especificidades de cada zona y las utilidades que desde otros ámbitos nos propongan.
¿En qué punto están los planes de Solaria en Álava?
–A día de hoy estamos terminando de cerrar los acuerdos de terrenos y con los municipios y en breve saldrán los proyectos a información pública. Son proyectos que generarán energía verde durante más de 30 años, crearán más de 400 puestos de trabajo locales durante su construcción y 6 puestos para operación y mantenimiento durante toda la vida útil. Asimimo, abonaremos 400.000 euros por planta en concepto de impuestos de construcción (ICIO). Y, además, cada año pagaremos impuestos locales (IBI, IAE) que estimamos en unos 6 millones a lo largo de 30 años.
¿Qué balance hace Solaria de 2021 y con qué perspectivas se afronta este 2022, no exento de incertidumbres?
–El año 2021 ha sido para nosotros un año de fuerte crecimiento y de excelentes resultados. Estamos mejorando nuestro Ebitda y beneficio trimestre a trimestre sin excepción. Hemos cerrado el año con una cifra de negocio de 95 millones de euros y un Ebitda de 93 millones. Además, los costes se vigilan muy de cerca y somos una de las empresas más competitivas de nuestro sector. Tenemos por delante unos retos muy importantes. En 2022 continuaremos la senda del crecimiento y además incorporaremos nuevas tecnologías como el hidrógeno y los paneles fotovoltaicos flotantes. En Solaria somos parte de la solución, por ello hemos aumentado nuestros objetivos para convertirnos en la empresa fotovoltaica líder en Europa del Sur con 18 GW en 2030.
Solaria acaba de abrir una sede en Italia, ¿qué significa este paso?
–Pone de manifiesto la apuesta de Solaria por un mercado con gran potencial como es el italiano. Nosotros estamos presentes en Italia con plantas de generación propias desde 2010 pero con la apertura de esta sede y la ampliación del equipo seremos capaces de acelerar nuestro crecimiento en el país.
Acaban de anunciar también el mayor acuerdo de financiación de su historia para la financiación a largo plazo de 736 MW de plantas solares fotovoltaicas en España...
–Acuerdos como este demuestran la confianza de bancos tan relevantes en los planes de Solaria y hacen que miremos al futuro con optimismo. Esta financiación contribuirá a la consecución de nuestro plan estratégico de alcanzar 18 GW en 2030.
Mencionaba el acuerdo con Enagás para estudiar el desarrollo conjunto de una planta de hidrógeno verde, ¿por qué esta apuesta?
–Solaria ha decidido entrar en este mercado en crecimiento exponencial con una empresa líder en su sector como Enagás. El objetivo que nos hemos propuesto es incrementar la competitividad e integración de la energía solar fotovoltaica en el sistema energético.
¿Y su interés por soluciones de paneles fotovoltaicos flotantes? ¿En qué consiste?
–Así es, en abril participaremos en la próxima subasta portuguesa de 263 MW que estará íntegramente destinada a paneles fotovoltaicos. Una de las mayores ventajas de la energía fotovoltaica es que es una fuente de energía modular, es decir, según las necesidades se pueden desarrollar paneles o plantas más grandes o pequeñas y se pueden construir en diferentes emplazamientos, como en el caso de los paneles flotantes. Con esta tecnología emergente nos abrimos a nuevas oportunidades para incrementar la generación de energía solar.
"En 2022 continuaremos la senda del crecimiento e incorporaremos tecnologías como el hidrógeno y los paneles fotovoltaicos flotantes?