El Ministerio de Defensa de Arabia Saudí ha rechazado este domingo que haya tenido algo que ver con el ataque efectuado el sábado por Israel contra la ciudad portuaria de Hodeida, en Yemen, contra los depósitos de crudo controlados por la insurgencia hutí y en represalia a un ataque de este grupo ocurrido el viernes contra Tel Aviv.
Arabia Saudí, que se encuentra geográficamente entre Israel y Yemen, ha liderado durante años una coalición internacional contra la insurgencia hutí durante la guerra de Yemen.
Los hutíes, de un tiempo a esta parte, han lanzado una campaña de ataques contra barcos en el mar Rojo en solidaridad, dicen, con la población palestina de Gaza ante los bombardeos de Israel pero hasta ahora nunca habían lanzado un ataque de semejante alcance como el ocurrido el viernes en Tel Aviv.
Los hutíes, que ha recibido financiación y asistencia de Irán en el conflicto, consideran a Riad su enemigo declarado por haber sido el aliado más destacado del Gobierno yemení que reconoce la comunidad internacional.
Con esta declaración, Arabia Saudí intenta despejar los rumores de que los aviones israelíes habrían tenido que cruzar en algún momento su espacio aéreo para efectuar el bombardeo en Hodeida, que dejó tres muertos y decenas de heridos.
En respuesta, el portavoz del Ministerio de Defensa, el general Turki al Maliki, ha asegurado en un escueto comunicado publicado por la agencia oficial de noticias saudí, SPA, que "Arabia Saudí no tiene relación ni ha participado en el ataque contra Hodeida".
Al Maliki asegura además que "el reino no permitirá que entidad alguna viole su espacio aéreo".
El Gobierno saudí exige contención
En un comunicado posterior, el Ministerio de Exteriores saudí ha llamado inmediatamente a la calma. Tras declarar su "enorme preocupación por la evolución de la escalada militar en Yemen tras la intervención israelí", ha exigido a todas las partes "máxima moderación" para impedir que el conflicto de Gaza se extienda todavía más.
Arabia Saudí también ha pedido a la comunidad internacional y a las partes correspondientes que cumplan "con sus responsabilidades para poner fin a los conflictos en la región" y reafirma sus "esfuerzos para poner fin a la guerra en Gaza y alcanzar definitivamente la paz en Yemen".