El president de la Generalitat, Pere Aragonès, anunció ayer lunes que convocará la mesa de partidos catalanes, una vez superado el debate de la investidura en el Gobierno español, para trasladarles su defensa de celebrar un referéndum de independencia en Catalunya. Así lo explicó en rueda de prensa en el Palau de la Generalitat, después de que el grupo de expertos designado por el Govern para abordar un Acuerdo de claridad le entregara un informe donde plantea celebrar referéndums pactados en Catalunya o en toda España en que los ciudadanos puedan votar sobre la independencia o sobre el encaje territorial de Catalunya dentro del Estado, y “con algún tipo de quorum”.
En la mesa de partidos, Aragonès quiere exponer las conclusiones de dicho informe. Explicó que la propuesta que asume el conjunto del Govern es que “hay una mayoría amplia y transversal de catalanes que quiere decidir su futuro político votando, y un Estado que está en contra”. Defiende por ello que la mejor vía es la de celebrar un referéndum sobre la independencia de Catalunya en la que voten sus ciudadanos. “Es la manera más clara, concluyente y más diáfana de conocer la posición y la decisión de la ciudadanía de Catalunya sobre la independencia”, valoró.
“Un referéndum a la escocesa, en que la ciudadanía se pueda pronunciar con un sí o un no sobre la independencia, y a partir de aquí se empiece el camino que lleve a su implementación”, explicó el jefe del Govern. Tras asegurar que la voluntad es que sea un referéndum acordado y fruto del consenso, añadió que también deben definirse los caminos a emprender una vez se conozca su resultado.
Adelantó a su vez que encargará un informe jurídico al Institut d’Estudis d’Autogovern (IEA) para establecer los principios jurídicos concretos que se derivan de la propuesta de celebrar un referéndum de independencia. “Ahora es necesario concretar los caminos jurídicos para hacer posible la opción que consideramos adecuada”, subrayó Aragonès a raíz del documento del grupo de expertos.
A su juicio, la conclusión del informe es que un referéndum de independencia en Catalunya, en que voten sus ciudadanos, es “posible, viable, legal y puede ser una solución compartida para resolver el conflicto político con el Estado”.
“Un referéndum sobre la independencia del territorio afectado no es una solución extraña, es una solución habitual en conflictos de soberanía”, insistió, y trasladó a los expertos la sugerencia de que se reúnan, como consideren, con los grupos que estén interesados en conocer el documento.
A raíz del debate de la investidura en el Estado, el president dejó claro también que, con la defensa de celebrar un referéndum, no está poniendo “ninguna condición nueva” sobre la mesa de la negociación. “La idea del acuerdo de claridad, de fijar unas reglas compartidas, un procedimiento en el que estemos de acuerdo para que los catalanes se puedan pronunciar sobre la independencia, va mucho más allá de la investidura de un presidente español”, concluyó.
El PSC, en contra
La iniciativa de acuerdo de claridad impulsada por el Govern para pactar un referéndum de autodeterminación provocó el rechazo de los socialistas catalanes, que no están a favor de “propuestas que dividen a la sociedad catalana”. La portavoz del PSC, Èlia Tortolero, subrayó que su partido negocia siempre “dentro del marco de la Constitución”.
Informe de expertos
Recomiendan un mediador
lEl mejor instrumento. El grupo de expertos designado por el Govern para abordar un Acuerdo de claridad defiende el referéndum como el “mejor instrumento” para identificar las preferencias de los ciudadanos en un conflicto territorial y legitimarlas democráticamente en una votación. Sin embargo, advierte de la “controversia jurídica” que puede generar y recomienda la figura de un “mediador”. Su informe también recoge “mecanismos análogos” al referéndum como un acuerdo político entre instituciones representativas o unas elecciones plebiscitarias, fórmula que, advierten, puede ser vista como una estrategia de parte.