El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha señalado este miércoles al CNI por haber espiado su móvil con el programa Pegasus, entre julio de 2018 y marzo de 2020, cuando ERC estaba enfrascada en negociaciones políticas relevantes, como la investidura de Pedro Sánchez o la mesa de diálogo.
Aragonès ha comparecido hoy ante el titular el juzgado de instrucción número 29 de Barcelona para ratificar la querella que presentó tras detectar que su móvil había sido espiado con el software Pegasus cuando era vicepresidente del Govern, conseller de Economía y máximo representante político de ERC, han informado fuentes jurídicas.
Ante el juez, el presidente de la Generalitat ha detallado que las infecciones a su móvil ocurrieron mientras participaba en negociaciones vinculadas a varios momentos políticos relevantes, como la moción de censura que acabó con el Gobierno de Mariano Rajoy, la primera investidura de Pedro Sánchez, la aprobación de los presupuestos y la constitución de la mesa de diálogo entre el ejecutivo y ERC.
La querella de Aragonès, que se dirige contra la exdirectora del CNI Paz Esteban y el grupo israelí NSO que comercializa Pegasus, detallaba inicialmente tres ataques a su móvil los días 4, 5 y 13 de enero de 2020 -coincidiendo con la investidura de Sánchez-, pero un informe pericial posterior amplió a entre julio de 2018 y marzo de 2020 el tiempo en que el teléfono pudo estar infectado.
En su declaración ante el juez, el presidente catalán ha detallado que en las fechas en que cree que fue espiado mantenía contactos frecuentes con la banca, las empresas y el Gobierno por su cargo de vicepresidente del Govern y como líder de ERC, y ha apuntado a que parte de las infecciones ocurrieron durante la pandemia, cuando las comunicaciones eran inexorablemente por vía telefónica.
El informe del laboratorio canadiense Citizen Lab, que destapó un espionaje masivo con Pegasus al independentismo, revela que el móvil de Aragonès fue atacado mediante el envío de "sms", aunque el presidente catalán ha precisado al juez que no se percató de las infecciones y que desconoce de qué tipo de información pudieron apropiarse quienes le espiaban.
No obstante, ha resaltado que su teléfono móvil contenía no sólo información de importancia política o institucional, sino también datos personales de su esfera íntima.
En declaraciones a los medios tras comparecer ante el juez, Aragonès ha recordado al Gobierno español que tiene la "obligación moral y ética" de desclasificar la información reservada sobre el seguimiento que el CNI hizo de su móvil con Pegasus y que, según mantuvo Paz Esteban en el Congreso, se llevó a cabo con el aval del juez del Tribunal Supremo responsable del control de los servicios secretos españoles.
El Gobierno español ha abierto la puerta a desclasificar esos documentos, pero por el momento el Supremo se ha escudado en el secreto para denegar información sobre el espionaje a Aragonès y la exdirectora del CNI, representada por la Abogacía del Estado, ha recurrido el requerimiento del juez instructor al Consejo de Ministros para que levante la reserva sobre los datos en cuestión.
Para Pere Aragonès, la desclasificación de la documentación reservada es esencial para que "se sepa toda la verdad, se aclare lo que ha ocurrido y nunca más se produzca, como se ha producido, un espionaje sobre personas simplemente porque tienen una determinada ideología política".
El presidente catalán ha denunciado haber sido espiado por el CNI "como ciudadano de Catalunya comprometido con la independencia de Cataluña, que ha sufrido como dirigente de ERC y también como miembro del Govern".
En ese sentido, ha apuntado que el objetivo de la querella que ha presentado es "que se sepa toda la verdad, que se aclare quién ordenó el espionaje, qué datos tienen, quién los tiene y para qué los han utilizado".
"Y sobre todo que nunca más ningún ciudadano de Cataluña, ningún miembro del Govern de Cataluña, ninguna persona de este país sea espiada, que su intimidad, su privacidad familiar, personal y profesional sea vulnerada, simplemente porque tiene una ideología diferente", ha añadido.
El espionaje al independentismo con Pegasus, un software de la empresa israelí NSO que en principio sólo se vende a estados, ha derivado ya en media docena de investigaciones en los juzgados de Barcelona, aunque sólo en la causa abierta por la querella de Aragonès está imputada la exdirectora del CNI, destituida a raíz del escándalo y que está previsto que declare a finales de enero próximo.
También el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y tres de sus ministros en el anterior ejecutivo denunciaron que sus móviles habían sido atacados con Pegasus, pero la Audiencia Nacional archivó el caso ante la falta de cooperación jurídica de Israel.