Aragonès defiende la amnistía como “punto de partida” hacia el referéndum

“Catalunya votará”. Será en otra estación y con un horizonte aún por determinar, pero Pere Aragonès se ha plantado hoy ante el Senado para hacer una férrea defensa de la amnistía como “punto de partida” hacia un referéndum, a poder ser pactado, que está convencido de que acabará celebrándose. En sus diez minutos de intervención en la Comisión General de Comunidades Autónomas, auspiciada por el PP para cercar al Gobierno de Pedro Sánchez por esta medida de gracia; el president ha recalcado que esta ley resulta “imprescindible” para “acabar con la causa general contra el independentismo”, continuar con el trabajo realizado en los últimos años y “reconocer la existencia de un conflicto político que se va a resolver a través del diálogo” y la negociación. Consensos que luego serían votados por la ciudadanía de Catalunya, como acordó la Generalitat con Moncloa.

En este contexto, el Jefe del Govern ha rescatado el planteamiento de realizar un referéndum como el que se practicó en Escocia con el objetivo de “acabar con la represión y apostar por una solución dialogada, acordada y democrática del conflicto político”. “Lo queremos hacer de forma acordada, de forma reconocida, con la participación de todo el mundo, para que sea la ciudadanía catalana la que decida, donde todas las opciones sean posibles si la ciudadanía le da el apoyo de forma mayoritaria”, ha disertado en su alegato, jactándose de la sorpresa que su presencia causaba en muchos de los presentes en este foro al que el Govern no quiso renunciar. “Ustedes se escandalizan por la amnistía, pero no lo hicieron ante los 6.000 indultos en los gobiernos de Felipe González y José María Aznar”, ha espetado al PP, a quien ha acusado de “volver al anticatalanismo para desgastar al adversario. Gobierne quien gobierne, siempre se utiliza Catalunya para alcanzar algunos votos”. “Soy muy consciente de que el objetivo real de esta sesión no es otro que sus batallas partidistas a nivel de Estado español”, ha enfatizado.

“A pesar de la larga trayectoria de la utilización partidista de Catalunya por parte del PP, que incluye la recogida de firmas contra el Estatuto de Autonomía, la aprobación del 155, entre otras, Catalunya mira hacia adelante y seguirá su camino”, ha añadido Aragonès, para quien este tránsito concluirá en un referéndum “por voluntad, por perseverancia y por democracia”. Pero antes, toca acabar “con los exilios forzados, con las multas, con los espionajes”. El president ha añadido que le habría gustado más que el PP hubiera usado la cita en la Cámara Alta para hablar sobre el déficit fiscal de 22.000 millones de euros, la situación del servicio ferroviario de Rodalies o la defensa de la lengua catalana. Bajo esta atmósfera, ha recordado que es nieto de emigrantes andaluces, que “se sentían orgullosos de Catalunya y de lo que representa”. “También quiero reconocer que, más allá de lo que representa y hace la derecha nacionalista española, hay muchos ciudadanos en el Estado español que conocen, aman y aprecian Catalunya”, ha concluido.

ERC ha elogiado su discurso “impecable de defensa de Catalunya” reiterando que “tocaba estar allí”. Una vez soltado, Aragonès no se ha quedado a escuchar las réplicas por parte de los dirigentes del PP, que se han sentido muy molestos, también por el hecho de que declinara acudir al saludo oficial de los presidentes autonómicos a su llegada al Senado con el presidente de la Cámara Alta, Pedro Rollán, como sí han hecho el resto de líderes territoriales. No obstante, después sí han podido saludarse, al igual que ha hecho antes del inicio de la comisión con algunos de sus homólogos, como el presidente de Andalucía, Juanma Moreno, o el presidente de Galicia, Alfonso Rueda.

Ayuso, al contraataque

En su respuesta, el PP ha cargado contra Sánchez por permitir que Aragonès haya actuado en el Senado como "portavoz del Gobierno de coalición" y de los planteamientos –la amnistía y la autodeterminación– que marcan la negociación de la investidura. El partido de Alberto Núñez Feijóo ha exigido además que el PSOE se desmarque del planteamiento de la amnistía al entender que España no es un Estado opresor ni debe pedir disculpas por la respuesta al procés. Sin duda, la voz más beligerante ha sido la de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, más aún ante la ausencia del mandamás de Génova. La lideresa ha aseverado que el líder del PSOE pretende hacer "un mercadillo con el Estado de Derecho" y ha espetado sin rubor que si la "indignidad" de la amnistía triunfa "pronto no habrá españoles". "Sánchez subasta España y las instituciones a cambio de unos meses o unos años más de poltrona", ha soltado. En este sentido, se ha preguntado "cuánto dura una nación que se deja traicionar, que niega sus leyes, sus instituciones y a los que se jugaron la vida por ellas", y "cuánto tardarán los amnistiados en repetir su traición". En total, hasta once presidentes autonómicos han dicho no a la amnistía y al referéndum. Lo han hecho once veces, de once formas distintas, e incluso Alfonso Rueda lo ha manifestado en gallego. Con una conclusión para el PP: "Ningún territorio, ni siquiera Catalunya, es más que otro".

El PNV critica la estrategia 'popular'

Por su parte, el PNV ha denunciado el uso partidista de las instituciones por parte del PP, por valerse de su mayoría absoluta en el Senado para forzar esta comisión y convocar a los presidentes autonómicos para debatir sobre la amnistía o tratar de influir en posibles acuerdos de gobierno, cuando “no les corresponde ni son de su competencia”, ha destacado la portavoz jeltzale en dicho foro, María Dolores Etxano. “Pese a su intento de hacer ver que el debate político lo guían desde esta Cámara las comunidades que gobierna el PP, el debate político real está en las negociaciones para la investidura donde, aunque les duela, participamos soberanistas, independentistas y abertzales”, ha argumentado, al tiempo que ha criticado la táctica del PP de “agitar la calle llamando a la protesta, instigando a la confrontación y a la polarización social”.