Pere Aragonès no quiere demorar más la situación de inestabilidad en que está sumido el Govern desde que destituyó a su número dos, Jordi Puigneró, y emplazó a Junts a resolver con “máxima celeridad” sus dudas sobre su continuidad como socio del Ejecutivo, ya que “Catalunya necesita que sus instituciones estén al cien por cien al servicio de la ciudadanía”. El president pidió la palabra en el inicio de la última jornada del debate de política general para marcar posición tras los tormentosos acontecimientos que han desatado la mayor crisis entre ERC y Junts, y apuntó que “en momentos complejos siempre hay que dar la cara”, algo que él “siempre” hará. Tras asegurar que le hubiera gustado que el debate se hubiera centrado en las urgencias económicas, sociales y energéticas, así como en la propuesta de la vía canadiense para pactar un referéndum con el Estado, el líder republicano admitió que “es evidente que determinados debates, dudas y ruido no contribuyen a que estemos centrados en esas cuestiones”. “Hay decisiones que no dependen de mí pero que han de tomarse en el menor tiempo posible”, insistió en claro mensaje a JxCat. “Querría que la actuación de los próximos días y semanas, y los próximos meses y el resto de la legislatura, se centre en estos objetivos. Mi compromiso es hacer todo lo posible para que sea así”, zanjó Aragonès.
Junts, que trabaja en ofrecerle una propuesta para reconducir la situación, cree que “aún hay tiempo de arreglarla”. Su portavoz Albert Batet invocó el “espíritu del 1-O”, de unidad independentista, para instar al Jefe del Govern a un último esfuerzo para salvar la coalición. “Por nosotros no quedará”, indicó con ánimo de alcanzar un consenso este fin de semana, antes de que el lunes la dirección del partido convoque una consulta a la militancia para los días 6 y 7 de octubre, para decidir si hay que salir o no del Govern. “Le haremos una propuesta con concreciones, garantías y plazos sobre el cumplimiento del acuerdo de gobierno”, adelantó Batet, que conminó a Aragonès a “arremangarse”. “La mejor garantía de estabilidad, de respetar las instituciones y la democracia, es cumplir los acuerdos”, subrayó para resumir las demandas de Junts.
Propuestas de resolución
ERC y JxCat evitaron visualizar su divorcio en la Cámara catalana, donde defendieron la autodeterminación, sacando adelante 20 de sus 21 propuestas. El voto republicano permitió que saliese adelante una resolución posconvergente que avala la vigencia del 1-O, que “legitima la unilateralidad y la desobediencia” para alcanzar un “escenario de resolución democrática del conflicto” que conduzca a la independencia. También se aprobó una resolución de Junts en la que se insta a las consellerias a desarrollar “planes específicos para reducir la dependencia de las estructuras” del Estado y a prepararse para “ejercer el derecho a la autodeterminación”. Asimismo, el partido de que encabeza Jordi Turull validó la propuesta de Esquerra que reafirma que la independencia es el mejor horizonte para Catalunya y pide al Parlament que “reconozca que hay una mayoría de ciudadanos que quieren decidir el futuro político del país”.
Por su parte, el líder del PSC, Salvador Illa, consideró que el actual Govern es un “estorbo” para el país y ha quedado “en tiempo de descuento. A su juicio, Aragonès ha perdido “o tiene muy maltrecha” la confianza de las formaciones que le dieron apoyo en la investidura y tildó de “irresponsable” y “egoísta” la actitud de ERC y JxCat.