Todo empezó con un grupo de pioneros que, sin ser académicos, querían indagar y dar respuestas a las preguntas que tenían. Corrían los años 1945 y 1946 cuando estos aficionados del medio ambiente, de su biodiversidad y de la historia decidieron pasar sus veranos en la Sierra de Aralar poniendo en práctica sus inquietudes científicas. Fue el germen de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, que en este 2022 ha cumplido 75 años desde su fundación. Para celebrarlo y recordar los hitos conseguidos en este tiempo, el periodista Javier Barajas ha elaborado la publicación La Casa de las Ciencias, una colección de trece librillos repletos de imágenes de archivo y entrevistas a los socios y equipos científicos que han pasado por la entidad.
Recopilar tres cuartos de siglo en un libro no es nada sencillo. Durante dos años, Barajas ha tenido que sumergirse en el amplio archivo de Aranzadi, donde ha analizado desde sus anuarios y revistas hasta toda su correspondencia, con el objetivo de descubrir de la manera más fiel y certera toda la historia y la trayectoria de la institución. “He tenido la suerte de que desde el 2000 toda la documentación se trabaja de manera profesional y prácticamente toda está actualizada y digitalizada. Pero también hemos tenido que ir a los libros de papel cebolla que se usaban en los 40”, cuenta entre risas el autor.
Lo encontrado lo ha contrastado, además, con diferentes hemerotecas, desde la de periódicos y revistas hasta las de radios y televisiones, pero, sobre todo, con los propios autores de las investigaciones. “Desde el primer momento quise hacerlo lo más didáctico posible, con una narración amena y rigurosa. Los relatos aportan nervio y músculo y permiten ir más allá del proyecto, hasta la anécdota”, comenta Barajas, quien ha llevado a cabo más de cien entrevistas a socios, equipos científicos y trabajadores de la Sociedad de Ciencias en este tiempo.
El resultado es una publicación de trece librillos que suman en su conjunto más de 1.000 páginas. Doce de estos trabajos tienen que ver con cada área de investigación de la Fundación, mientras que un volumen está dedicado íntegramente a la historia general de la institución, con especial énfasis en “su dimensión social”. “Una de las principales peculiaridades de Aranzadi, y que la hacen única, es su mezcla, desde el primer momento, entre profesionales y voluntarios. No he sido capaz de encontrar otra entidad como esta en toda Europa, en el que el afán de divulgación y de protección por el medio ambiente convivan de esta manera fuera de lo académico”, observa.
De Ekain a Irulegi
A la hora de narrar la historia de la entidad, Barajas la divide en dos fases. En primer lugar, la correspondiente al siglo XX, desde esos orígenes en los que contaron con el apoyo de numerosos religiosos, como José Miguel de Barandiaran, al que consiguieron traer de su exilio, hasta la llegada a partir de la década de los 70 de los primeros jóvenes formados en la Universidad, como Paco Etxeberria. “Con el surgimiento de la UPV/EHU hubo miedo sobre qué iba a ser de la institución, pero gracias al convenio que sigue vigente no desaparecieron, sino que se convirtieron en canalizadores de vocaciones”, apunta el periodista.
“ Los relatos aportan nervio y músculo y permiten ir hasta la anécdota ”
Javier Barajas - Autor de 'La Casa de las Ciencias'
La segunda fase se da a partir de los 2000, cuando sufren “una crisis de identidad” acompañada por el traslado de sede, desde el Museo San Telmo, donde habían estado desde sus comienzos, a Zorroaga. “Se dan bastante cambios en poco tiempo. Entran nuevos gabinetes como el de comunicación, existe una contabilidad, se adecuan a los proyectos europeos... Poco a poco se van adaptando hasta superar los 2.000 socios actuales”, relata, al tiempo que explica que, a día de hoy, Aranzadi sigue trabajando a través de proyectos: “No cuentan con una financiación pública fija. Saben que tienen una economía justa, por lo que cualquier hito que consigan es un espaldarazo para seguir y saber que están haciendo lo correcto”.
“ Cualquier hito que consigan es un espaldarazo para seguir y saber que están haciendo lo correcto ”
Javier Barajas - Autor de 'La Casa de las Ciencias'
En estos 75 años no son pocos precisamente los hitos conseguidos. Los más destacados han sido incluidos en un cronograma de la colección, gracias al cual, con un simple vistazo, es posible comprobar “la gran cantidad de cosas que han hecho”: los descubrimientos de las cuevas de Altxerri y Ekain; los primeros estudios que se hicieron de aves en Doñana; los primeros trabajos en el Flysch de Zumaia; los catálogos en entomología y espeleología de Euskadi; o, sobre todo, las labores de antropología de los últimos años, que “han marcado un antes y un después” en la memoria histórica de todo el Estado.
A ellos se ha sumado este mismo año el hallazgo de la mano de Irulegi, un acontecimiento que llegó en el mismo momento en el que Barajas trabajaba en la colección. “Me dieron la noticia a falta de un mes para cerrar la publicación. Llevaban un año estudiándolo y querían contrastarlo bien antes, pero pudimos incluirlo. De los últimos tiempos, sin lugar a dudas es el descubrimiento más importante que han llevado a cabo y parece, además, que solo es el inicio de algo que está por llegar”, predice.
Con tal perspectiva, tiene claro que la Aranzadi podrá soplar las velas de su centenario en “un estupendo estado de forma” dentro de 25 años. Hasta entonces, es buen momento de seguir celebrando las respuestas que sigan llegando, desde las más llamativas hasta aquellas que llegan “de otros departamentos más silenciosos”, pero que tienen mucho que decir ante los retos del futuro. “Los trabajos que están llevando a cabo, por ejemplo, en el estudio y la evaluación del impacto del cambio climático son fundamentales”, concluye.