José Antonio Ardanza, fallecido este lunes a los 82 años, fue el lehendakari que más tiempo ha estado al frente del Gobierno vasco en democracia. Encabezó el Ejecutivo desde 1985 hasta 1999. Le tocó permanecer al frente de Lehendakaritza en algunas de las décadas más convulsas que recuerda Euskadi. Cuando se hizo cargo del Gobierno, los atentados de ETA estaban al orden del día y el terrorismo de Estado vivía su momento más álgido con los GAL.
Además, tampoco eran buenos tiempos en lo económico y al lehendakari Ardanza le tocó liderar la última parte de la reconversión industrial en Euskadi o la gran recesión de la década de los 90 que provocó que en muchas localidades industriales vascas se alcanzaran tasas de paro superiores al 20%. Su perfil y experiencia le ayudaron a liderar el Gobierno vasco durante cuatro legislaturas consecutivas.
José Antonio Ardanza nació el 10 de junio de 1941 en Elorrio. Estudió en el seminario de Derio y después se licenció en Derecho en la Universidad de Deusto. Trabajó durante varios años en el sector privado, pero pronto sus ideales le llevaron a la política. Desde joven simpatizó con el Partido Nacionalista Vasco y militó en EGI de forma clandestina formando parte de su ejecutiva entre 1962 y 1966.
De alcalde a lehendakari
Comenzó su carrera política como alcalde de Arrasate y estuvo al mando del gobierno municipal de la localidad guipuzcoana desde 1979 y hasta 1983. Fue juntero en Gipuzkoa y en 1983 se convirtió en el diputado general de este territorio. En esta época fue firme defensor del papel gestor que debían mantener las administraciones forales frente al Gobierno vasco. De hecho, esta fue una de las cuestiones que provocó la escisión de parte del PNV en Eusko Alkartasuna ya que su predecesor, Carlos Garaikoetxea apostaba por centralizar el poder en torno al Gobierno vasco.
Lehendakari de consenso
Precisamente, la dimisión como lehendakari de Garaikoetxea en 1985 le sorprendió al frente de la diputación de Gipuzkoa. Ardanza fue designado lehendakari y el PNV lo eligió como candidato para las elecciones vascas anticipadas que se celebraron en 1986 después de que los afines a Garaikoetxea abandonaran el grupo jeltzale para formar parte del grupo mixto. El PNV fue la fuerza política más votada, pero el PSE logró más escaños. Ambas fuerzas llegaron a un acuerdo para gobernar en coalición, lo que supuso el pistoletazo de salida para varios pactos del gobierno consecutivos con los socialistas en los que Ardanza tuvo como vicelehendakaris a figuras claves del PSE como Ramón Jauregi o Fernando Buesa.
Defensa del autogobierno
Durante los catorce años de Gobierno de Ardanza se dieron importantes avances en el autogobierno. Aunque la Ertzaintza fue creado en 1982, Ardanza estuvo al frente de Gobierno mientras la policía vasca asumía la mayoría de sus competencias actuales. Incluso firmó a mediados de los 90 un acuerdo en el que Felipe González se comprometía al desarrollo íntegro del Estatuto de Gernika, un pacto que se vio truncado por la llegada a la presidencia del gobierno español de José María Aznar en mayo de 1996.
Buena relación con el Gobierno de Navarra
Ardanza fue el principal artífice del acercamiento del Gobierno vasco al de Navarra con el objetivo de pactar cuestiones que concernían a ambas administraciones. De hecho, durante su mandato (1995) se inauguró la Autovía de Leizaran que une Donostia e Iruñea.
Pacto de Ajuria Enea
En lo político, el Gobierno de Ardanza estuvo marcado por el pacto de Ajuria Enea del que el lehendakari fue el principal valedor. El acuerdo para la Normalización y Pacificación de Euskadi marcó una época. En enero de 1988 todas las formaciones políticas del momento contrarias a la violencia de ETA firmaron un acuerdo en el que se comprometían a trabajar por la erradicación de la violencia al tiempo que apostaban por el autogobierno a través del desarrollo del Estatuto de Gernika.
Reconocimiento del daño causado
En los últimos meses de José Antonio Ardanza como lehendakari, llegó la tregua de ETA de 1998 propiciada por el Pacto de Estella en cuya negociación el lehendakari no participó. Durante las últimas décadas, Ardanza siempre se mostró muy beligerante con ETA y con su entorno. Criticó en innumerables ocasiones que la organización terrorista y la izquierda abertzale no hayan reconocido nunca de forma contundente "el daños causado" al pueblo vasco.
A Ardanza le tocó estar al frente del Gobierno vasco durante los años de plomo. Reconoce que el secuestro y posterior atentado de Miguel Ángel Blanco marcó a la sociedad, pero considera que este atentado fue solo la culminación y no el inicio de un proceso crítico que se venía fraguando contra la actividad de ETA. El lehendakari Ardanza recordó siempre que la manifestación contra el terrorismo más multitudinaria en Euskadi tuvo lugar en 1989 en Bilbao poco después de firmarse el Pacto de Ajuria Enea. Además, también consideraba que parte del movimiento creado tras lo sucedido en Ermua tenía como objetivo al nacionalismo y no a ETA, a la vez que destacaba que había que recordar por igual a todas las víctimas de ETA por igual.
Su última etapa pública
Ardanza dejo el Gobierno vasco en manos de Juan José Ibarretxe tras las elecciones de 1998. En ese momento abandonó la política para volver al sector privado. Ocupó la presidencia de Euskaltel hasta finales de 2011. Un año antes, en marzo de 2010, había sufrido un infarto que le hizo estar hospitalizado varios días.
A pesar de su apretada agenda, Ardanza también tuvo tiempo de escribir su biografía a la que puso por nombre “Pasión por Euskadi” donde plasmó sus vivencias como lehendakari durante 14 años.