El nuevo centro de salud de Aretxabaleta va a dejar de ser una vieja demanda para convertirse en una realidad. Osakidetza anunció ayer que en breve darán el pistoletazo de salida las obras para reformar y adecuar el edificio de la antigua residencia geriátrica –la planta baja ha cumplido las funciones de sede del hogar del jubilado Basotxo–, a las nuevas necesidades asistenciales de la población. Será, sin embargo, mucho más que un ambulatorio para convertirse en un centro sociosanitario integrado que alojará también a los servicios municipales orientados a la atención de la persona, convirtiéndose, de este modo, en un proyecto pionero e innovador en la CAV, en el se ha trabajado codo con codo con el Ayuntamiento aretxabaletarra.
A 3,5 millones de euros ascenderá la inversión que se hará desde el Servicio Vasco de Salud para “modernizar y humanizar” los nuevos espacios que utilizarán las 7.118 personas que se atienden desde el centro de salud de Aretxabaleta, además de sus profesionales. El plazo de ejecución de las obras se ha fijado en unos catorce meses, de manera que si todo marcha sin contratiempos el centro sociosanitario integrado iniciará su actividad “antes de finalizar el año 2023”.
Así, en la antigua residencia se acondicionarán cinco consultas para facultativos especialistas en Medicina Familiar y Comunitaria, y otras cinco más de Enfermería de Atención Primaria. Se habilitarán, asimismo, dos salas polivalentes, la consulta de Pediatría y Enfermería Pediátrica, junto con las correspondientes salas de espera, un espacio para la prestación de la Educación Materno-Infantil y de Preparación al Parto, y la sala de lactancia. Otras dos consultas se reservan para Ginecología y Matrona, y el resto de instalaciones albergarán las áreas comunes de reuniones, almacenes, aseos… Dentro del nuevo proyecto de Gestión de la Demanda que ha emprendido Osakidetza se contempla, igualmente, una zona de recepción con tres mesas y un despacho para la atención personalizada y específica, respectivamente.
El centro de salud ocupará la planta baja y primera del inmueble, incluido el sótano. En la última planta, por su parte, se ubicarán las oficinas de los servicios municipales de carácter social, distribuidos en seis despachos y una sala de reuniones.
Centro sociosanitario integrado
Desde Osakidetza señalaron ayer que la concepción del centro sociosanitario integrado “parte del reconocimiento de que determinados colectivos, tanto de personas mayores como jóvenes, requieren la prestación de servicios conjuntos de las dos redes, sanitaria y social”. Este nuevo enfoque organizativo se ve realzado por el “progresivo envejecimiento de la población y, en su conjunto, se verá beneficiada toda la ciudadanía que actualmente tiene que ir pasando de un servicio al otro para llevar a cabo trámites tan habituales como los relacionados con la ley de dependencia, o de cualquier otra prestación social que requiera de información sanitaria”, explicaron desde el Servicio Vasco de Salud.
Este proyecto es una de las “apuestas estratégicas” de las dos últimas legislaturas del Gobierno municipal aretxabaletarra que encabeza el jeltzale Unai Elkoro, y que se completará con el centro social para personas mayores proyectado en el antiguo convento. Por tanto, el nuevo equipamiento funcionará con un modelo organizativo que “mejorará la identificación de las personas con necesidades, facilitándoles los trámites para recibir los servicios adecuados”.