Una cortada de Aritz Erkiaga con la derecha. Lo agarra por la pared Thomas Urrutia, que tiene piernas de ardilla. El corazón a toda velocidad. 14-13. Todo o nada. El de Donibane Garazi salva los papeles. Encesta Ion Ibarluzea para responder con un revés a medio frontis que se enreda por la pared. El bote pasa por encima del exquisito delantero de Iparralde y Julen del Río. 15-13. Final. Erkiaga e Ibarluzea son de hierro. Se calaron este viernes la corona del Bilbao Iron Cup, octava prueba puntuable de la Jai Alai League. El de Ispaster lleva una temporada de ensueño tras la consecución del Winter Series, la Cesta de Nadau, el Cesta All Star y los Master Series de Lekeitio, Zumaia, Gasteiz y el cetro bilbaino. Rival a batir. Martillo pilón.
Ese pelotazo de Ibarluzea, el epílogo del enésimo llenazo del frontón del Club Deportivo, que vivió un ambientazo, puso el cierre a una cita dominada por la estrategia. El plan: evitar la diestra demoledora de Del Río. El plan: pelotazos por la pared y trabajar su revés. El resultado: una ejecución casi perfecta; sobre todo, en el primer joko, donde Erkiaga fue un cirujano. El bisturí del de Ispaster diseccionó el envite. Su inicio: un dos paredes milimétrico a un pelotazo violento del zaguero alavés. Sólidos en el peloteo, los de rosa se colocaron 9-1 y no permitieron ningún atisbo de reacción. El 13-4 fue un cortadón de Erkiaga al ancho desde el ocho y medio para poner en bucle.
Hubo pimienta en el segundo joko. Urrutia, un delantero diferente, sacó a relucir su remate expeditivo. ¿Caras y cruces? Sí. ¿Espectáculo? Siempre. Los amarillos despertaron. Estuvieron 0-5. Julen soltó la derecha. Sin embargo, firmes en el peloteo, los vizcainos no perdieron pie. Tras el 5-8, enlazaron una tacada de cinco tantos que les acercó a la txapela. Cambio de guion: 10-8. Yendo 14-11 y a un centímetro del objetivo, dos errores propios abrieron el camino a la revuelta, pero Ibarluzea no permitió el giro de timón.