La temporada del txotx 2023 ha abierto la veda este miércoles en la sidrería Alorrenea de Astigarraga de la mano de los actores Aitziber Garmendia y Jon Plazaola. Al grito de “Gure Sagardo Berria” se ha oficializado la nueva campaña, que contará con menos litros de lo esperado, diez millones para toda Euskal Herria, y una sidra “de gran carácter” y mayor graduación alcohólica.
La XXX. Sagardo Berriaren Eguna ha dado el pistoletazo de salida a la temporada del txotx de este año, la de la vuelta a la normalidad completa con el final de las mascarillas. Tras plantar el tradicional manzano en la Sagardoetxea de Astigarraga, Garmendia y Plazaola han sido los primeros en degustar la nueva sidra. No han sido los únicos, ya que en el acto también han participado, entre otros, el alcalde del municipio, Xabier Urdangarin, diferentes representantes institucionales y los bertsolaris Alaia Martin y Agin Laburu.
"Es todo un honor para nosotros estar aquí", han señalado, los embajadores de la temporada, Aitziber Garmendia y Jon Plazaola. Ambos han confesado "no ser unos expertos en el tema" y han querido agradecer a los sidreros el gran trabajo que hay detrás de cada cosecha. "Nos hemos dado cuenta de la importancia que tiene para el territorio y para Euskadi", han añadido los dos actores minutos antes de plantar el tradicional manzano junto a la Sagardoetxea.
A continuación, ha sido el turno de probar la nueva sidra en Alorrenea, una sidra "con más cuerpo y más tonina", como ha bromeado Plazaola imitando a un experto en la materia. De este modo, con ello, ha arrancado la temporada del txotx de 2023, que a buen seguro volverá a llenar a municipios como Astigarraga y Hernani de gente.
"Solo decirles que disfruten de la sidra y de las sidrerías, pero sin pasarse. Pedimos que respeten al pueblo y a sus habitantes", ha indicado al respecto el alcalde de Astigarraga, Xabier Urdangarin. "Está cosecha ha costado más que nunca por el cambio climático. El reto de los próximos años es este y conseguir mejorar la producción", ha apuntado, por último, el sidrero Jon Zapiain.
En total, la cosecha del 2022 ha dejado en torno a diez millones de litros de sidra en Euskal Herria, una cantidad mucho menor que la de los últimos años. Un buen ejemplo de ello es que únicamente se han elaborado 1,2 millones de la Denominación de Origen Euskal Sagardoa, cuando el pasado curso la cifra estaba en 3,5.
La principal explicación detrás de este descenso está en las altas temperaturas y en la sequía que se vivió el verano pasado, lo que, a la postre, también ha llevado consigo una cosecha “de gran carácter”. “En general, son sidras con mucho tanino y con mayor graduación alcohólica. Sidras que a la larga tendrán muy buena evolución”, han apuntado desde Sagardoaren Lurraldea.
Desde 2016, la Diputación de Gipuzkoa ha plantado 115 hectáreas y ha aceptado subvenciones de 1,8 millones de euros en favor de la manzana local. Además, solo en 2022, el Laboratorio Agroambiental Fraisoro analizó 4.300 muestras para mejorar la calidad y el conocimiento de la sidra.