En 1927 el punto donde hoy se abre la avenida de Carlos III estaba ocupado por el Teatro Gayarre, y toda la anchura de la calle se cerraba con su fachada clasicista. Es algo que ya hemos visto en otros capítulos de esta serie.
La fotografía de hoy, sin embargo, nos ofrece justamente la perspectiva inversa, con las traseras del edificio en primer plano. Podemos ver que constaban de una estructura ligera y mucho menos noble que su fachada, con muros de entramado de madera cuajado con ladrillos. Se ve que entre el teatro y el edificio inmediato había una calleja, cerrada por una cancela, y al fondo una puerta por la que se ve la plaza del Castillo, con un coche aparcado ante ella y un hombre mirándonos desde lejos. En primer plano, dos tipos conversan, uno de ellos vestido con camisa blanca y txapela, y el otro con traje y sombrero de ala ancha, al estilo "años 20". Frente a ellos hay un cartel en el que se lee "Teatro Gayarre".
HOY EN DÍA el lugar retratado hace 95 años ha cambiado hasta el punto de hacerse prácticamente irreconocible, pudiendo decirse que ha sido, sobre todo y ante todo, dignificado. El Teatro Gayarre, que había sido levantado en el año 1840 como Teatro Principal, fue rebautizado en 1903 con el nombre del famoso tenor roncalés, y fue finalmente derribado en 1932, aunque su fachada fue trasladada piedra a piedra y reedificada en su actual ubicación. En cuanto al edificio de al lado, que era conocido como el "Crédito Navarro", fue igualmente transformado en 1934, levantándose en su lugar una fábrica de sabor clasicista, con una arquería baja y grandes balcones abiertos entre columnas de orden toscano.
Al fondo alcanzamos a ver la vieja plaza del Castillo, con el kiosco en el ángulo derecho, las casas que ocupan su frente septentrional, y el cimborrio de la iglesia de San Cernin cerrando en alto por la izquierda.