Las bibliotecas no se limitan a ser meros almacenes de libros y documentos; son espacios culturales, de conocimiento y socialización, que fomentan el amor por la lectura. El servicio que tiene su sede principal en Kulturate cuida con mucho mimo su semillero de usuarios y usuarias, y una muestra de ello es la gran aceptación que concita entre la ciudadanía. Los números hablan por sí solos: 14.075 socios y socias, que representan el 64% de la población de Arrasate; un porcentaje que va en aumento. De hecho, “en 2024 subió cuatro puntos con respecto a 2023”, destaca la memoria que hace balance de la actividad de la biblioteca durante el año pasado.
Los fondos documentales alcanzan la cifra de 77.283, de los que 70.085 ejemplares corresponden a Kulturate y los 7.198 restantes a la biblioteca del barrio de Santa Marina. Este patrimonio bibliográfico, que tiene sus puertas abiertas al pueblo, sigue batiendo récords en los préstamos, que en 2024 crecieron un 10%: 41.488 libros, discos, revistas y vídeos se llevaron a casa para su disfrute.

El espacio con ordenadores de la biblioteca en su sede de Kulturate.
Por delante de Donostia, Hernani, Tolosa...
Además, de las colecciones de la Red de Lectura Pública de Euskadi, que ofrece la plataforma digital eLiburutegia, se cogieron prestados un 23% más de libros electrónicos y material audiovisual, situándose Arrasate en el primer puesto de los municipios de la CAV de más de 10.000 habitantes que más utilizaron este servicio, por delante de Zarautz, en segundo lugar, Tolosa (sexto), Donostia (séptimo), Hernani (noveno), Bergara (decimocuarto) y Oñati (decimosexto).
En cuanto a los gustos de las y los lectores, se repite la tendencia de los últimos años. “Los niños, niñas y jóvenes leen mayoritariamente en euskera y los adultos en castellano. Si reparamos en el género, los txikis escogen álbumes ilustrados y cuentos clásicos, y los jóvenes sobre todo cómics; de hecho, sorprende cuánto han subido los cómics entre el colectivo. Las personas adultas se decantan por la intriga y la novela negra en castellano, y el lector vasco lee un poco de todo, aunque predomina la novela”, detalla la directora de la biblioteca municipal arrasatearra, Asun Agiriano.
Un sobresaliente para el equipo de profesionales
Con el objetivo de mejora continua, se ha querido también pulsar la opinión de las socias y socios, a través de una encuesta de satisfacción en la que los arrasatearras han puesto nota. En su conjunto, la biblioteca recibe un notable, y con un sobresaliente se puntúa la profesionalidad de las bibliotecarias y ayudantes que asumen diferentes tareas para el buen funcionamiento de este servicio público. El equipo que encabeza Agiriano lo completan: Nerea Mendizabal, Olatz Bartolome, Adela Bikandi, Ane Berasategi, Saioa Ojanguren, Amaia Miner, Sonia Aperribay, Garazi Goitia y David Raso.

Parte del equipo que trabaja en la biblioteca municipal de Arrasate, con sus dos espacios en Kulturate y el barrio de Santa Marina.
Así, los aspectos mejor valorados son: la rápida respuesta, y la mayoría de las veces de forma positiva, a las solicitudes de ejemplares, las tertulias literarias, las actividades de animación (cuentacuentos, talleres o concursos), y la consolidación del servicio de ordenadores portátiles, que dispone de siete equipos que se prestaron en 141 ocasiones.
Reforma de la biblioteca de Santa Marina
Por otro lado, y a falta de hacer una valoración ”global”, la sala de estudio que se inauguró en noviembre está teniendo buenos resultados, y hasta la fecha se han repartido 350 tarjetas personalizadas para acceder al aula que está abierta de 9.00 a 1.30 horas. En el apartado de sugerencias, la mejora de espacios en la biblioteca infantil y juvenil de Kulturate y, sobre todo, en la de Santa Marina, donde también se pide incorporar fondos para público adulto, son algunas de las observaciones que se han realizado. En consonancia con estas apreciaciones, uno de los retos que afronta el servicio municipal es la reforma de las instalaciones de Santa Marina; un proyecto que el Consistorio ya recoge en sus presupuestos de este año, y que se acompañará con el refuerzo de las infraestructuras tecnológicas y de las actividades de promoción de la lectura.

Olatz Bartolome y Asun Agiriano consultando libros.
“Es un servicio muy demandado y estamos contentas con la repuesta de la ciudadanía”, señala Agiriano. Existe complicidad. “Nuestros usuarios y usuarias están al corriente de las novedades y eso nos estimula para implicarnos aún más por nuestra parte”, añade la directora.
Las actividades que se organizan a lo largo del año son otra de las señas de identidad de la biblioteca municipal, que en el mes de abril ceden el protagonismo al Día del Libro. Dentro de esta programación, este próximo martes, la narradora Maite Franko visitará Santa Marina para ofrecer una sesión de cuentos dirigida a niños y niñas de entre tres y cuatro años (18.00 horas).