Siguiendo el criterio de los tres últimos años, los impuestos y tasas municipales tampoco subirán en 2023. Esa es la propuesta que el Gobierno municipal arrasatearra (PNV-PSE) elevó al Pleno celebrado ayer por la tarde, y que salió adelante con sus doce votos frente a los nueve en contra de la oposición (EH Bildu con ocho corporativos, y Podemos Arrasate, con uno).
Por la mañana, en una comparencia ante los medios, la alcaldesa María Ubarretxena explicó que la congelación de las Ordenanzas Fiscales se argumenta en la “compleja coyuntura económica actual y el encarecimiento del coste de la vida”. “Las cuentas del Ayuntamiento están saneadas, seguimos con deuda cero y, por tanto, no vemos la necesidad de gravar aún más a la ciudadanía”, recalcó la regidora arrasatearra. Mas tarde, en la sesión plenaria, la portavoz jeltzale, Anuska Ezkurra, se pronunciaba en la misma línea: “No aumentar las tasas e impuestos es viable porque el Consistorio goza de una buena salud financiera gracias a la gestión llevada a cabo en estos últimos años”. “Hay recursos para ofrecer unos servicios de calidad a la ciudadanía”, aseguró.
“Más equilibrada y justa”
Para EH Bildu optar por la congelación “va en contra” de la progresividad –a mayor nivel de renta más alto es el tipo impositivo–, que se traduce “en una sociedad más equilibrada y justa”, sostuvo el edil Joseba Ezpeleta. Advirtió, además, de que sin subida y con el consiguiente incremento de los gastos puede producirse “un desequilibrio financiero en los servicios”. Se refirió también a las líneas de subvenciones, que “ya existen en muchos ayuntamientos”, para ayudar a las personas y familias con bajo nivel de ingresos a pagar ciertos tributos.
Por su parte, la concejala de Podemos Arrasate, Eva Abuin, coincidió con la coalición soberanista en defender un sistema fiscal progresivo.
Las Ordenanzas Fiscales se aprobaron con carácter inicial, y antes de darles el visto bueno definitivo saldrán a exposición pública para que puedan presentarse alegaciones.