Los goles de cuatro de las cinco victorias que Osasuna acumula en las ocho primeras jornadas de Liga de la presente temporada han llegado en los minutos finales de sus partidos, la gran mayoría de ellos en el tiempo de prolongación, circunstancia que ha propiciado que en muchos foros haya comenzado a hablarse ya de la flor de Arrasate. Pero para tener flor, hay que cuidarla, y el técnico del conjunto navarro se ha preocupado por abonar el terreno, lo que eleva sustancialmente las posibilidades de éxito de su equipo, que ha encontrado la eficacia necesaria para sumar la mayoría de sus puntos con goles postreros que tienen que ver con muchos más factores que la fortuna. Por ejemplo, el atrevimiento y la ambición de un bloque al que, como ha recitado en multitud de ocasiones su entrenador, le gusta más correr hacia adelante que hacia atrás.
Y hay pruebas de todo esto. La más cercana en el tiempo se puede encontrar al analizar el último gol de Osasuna, el que anotó Chimy Ávila en La Cerámica y que sirvió para que los rojillos conquistaran su tercera victoria consecutiva en Liga y la cuarta seguida (en otros tantos intentos) lejos de El Sadar. El delantero argentino hizo el 1-2 definitivo en el minuto 87 de partido al resolver con maestría un mano a mano con Rulli y aprovechar de esta forma una mala cesión de Mandi a su portero. Pero el error del central del cuadro castellonense tuvo mucho que ver con la presión del conjunto navarro en la recta final de un choque en el que le tocó correr y sufrir mucho durante la segunda mitad. Y es que hasta siete jugadores de Osasuna se encontraban en ese momento en campo contrario dificultando la salida de balón del rival, con cinco de ellos próximos a la pelota (Manu Sánchez, Chimy Ávila, Darko, Lucas Torró y Javi Martínez) y otros dos un poco más alejados (Moncayola y Nacho Vidal) en previsión de que el Villarreal pudiera sobrepasar esa primera y tupida red tejida por las huestes de Arrasate. Y qué decir de los centrales rojillos, Juan Cruz, David García y Unai García, los tres casi pegados a la línea del centro del campo para hacer más efectiva la presión y evitar que el equipo quedara partido en caso de contra del adversario.
Pero ya en la jornada anterior, la que se celebró antes del parón liguero por la disputa de partidos internacionales de selecciones, Osasuna ya había demostrado su ambición en El Sadar contra el Rayo Vallecano. Pese a venir de perder sus dos últimos compromisos en casa (1-4 contra el Valencia y 1-3 con el Betis), los rojillos buscaron el triunfo con ahínco hasta más allá del minuto 90 y encontró su premio con el gol de la victoria (1-0), obra de Manu Sánchez en el 91. Lo curioso del tanto es que lo marcó un lateral izquierdo (que en aquel momento actuaba ya en una posición más adelantada) con un remate de cabeza en plancha dentro del área pequeña. Y el menudo futbolista madrileño no era el único que buscaba, todavía con 0-0 en el marcador, el balón servido por Cote desde la banda izquierda, sino que tenía la compañía de otros cuatro compañeros con el gol entre ceja y ceja: Chimy Ávila, Kike García, Oier y Javi Martínez.
La elevada presencia de jugadores de Osasuna en área rival en el gol de Manu Sánchez que valió para sumar tres puntos ante el Rayo Vallecano no resultó una novedad, porque ya en Palma y en Cádiz, en las dos primeros triunfos ligueros del conjunto navarro (ambos a domicilio), los rojillos también se fueron con casi todo al ataque a por la victoria. Contra el Mallorca, fue Javi Martínez el autor del 2-3 definitivo en el minuto 87 al rematar un servicio de Manu Sánchez desde dentro del área, zona en la que también se encontraban al remate Kike García, Darko y Nacho Vidal, con Rubén García en la frontal asistiendo al lateral antes del centro. Y qué decir de lo sucedido en la tercera jornada del campeonato, en Cádiz, donde Roberto Torres empató de penalti en el minuto 91 y David García hizo el 2-3 definitivo en el 95 al rematar un córner en el que otros cinco compañeros se encontraban en el área en busca del gol (Darko, Aridane, Barbero, Kike García y Chimy Ávila), con Rober Ibáñez a la espera del rechace en la frontal.
En definitiva, que Osasuna ha buscado su suerte y, a diferencia de otras temporadas, en la presente la ha encontrado. Por eso es quinto, con 17 puntos y a tres del líder.
Cádiz, 2; Osasuna, 3
Mallorca, 2; Osasuna, 3
Osasuna, 1; Rayo, 0
Villarreal, 1; OSasuna, 2