Aunque todavía es muy pronto para poner una cifra a la inversión que traerá consigo la construcción de una conducción gemela a la red principal que abastece a todo Arrasate, que se activaría en caso de avería en el suministro general, lo cierto es que el desembolso que la nueva infraestructura supondrá para las arcas locales será considerable.
Solo el gasto que ha acarreado la reparación de la tubería dañada que el pasado 26 de septiembre provocó la fuga en el depósito de Antzarrigartu (Zalduspe), desde donde se surte de agua a toda la localidad, y la construcción del bypass, de 750 metros de longitud y 315 mm de grosor, que garantizó el suministro durante la ejecución de las obras, ha alcanzado los 288.177 euros, donde se incluyen los algo más de 60.000 euros de la factura que ha abonado el Consistorio por la pérdida de agua durante la fuga.
El Ayuntamiento ha visto necesario dotar al municipio de una segunda canalización por si falla la red principal, “con el objetivo de evitar que en el futuro se sufran nuevos cortes de agua”, expuso ayer el edil de Obras y Servicios, Victoriano Fuentes.
Los presupuestos de este año consignan una partida de 200.000 euros para redactar el proyecto de esta conducción alternativa a la red general que comunica el depósito de Antzarrigartu con el edificio Kulturola; punto, este último, desde donde se despliegan los ramales que distribuyen el agua potable a los barrios. El estudio no será tarea fácil teniendo en cuenta, tal y como advirtió el responsable del área municipal de Mantenimiento, Luis Mari Illarramendi, que el trazado de la futura red si discurre por el monte tendrá, entre otras cosas, que sortear las barreras de la autopista y la variante. “Habrá que sopesar diferentes alternativas, hacer una análisis topográfico y ver los escenarios técnicos y económicos posibles, así como los plazos estimados de obra”, precisó Illarramendi. El Consistorio trabaja en las bases que regirán la adjudicación de este estudio que quiere sacarse a licitación “cuanto antes”. Su concreción, junto con la redacción del proyecto una vez adjudicada, podría estar ultimada en siete meses.
Un año y medio-dos de obras
El bypass que se habilitó para suplir la tubería dañada mientras estaba siendo reparada sigue “en carga por si hiciera falta”, detalló Illarramendi. Esta conducción alternativa se ha soterrado en aquellos puntos donde su trazado en superficie generaba molestias (en la subida a las viviendas de la zona y el acceso a dos parcelas). Se mantendrá, por tanto, hasta que se acometa la futura obra de la conducción gemela a la red principal de abastecimiento de agua; unos trabajos que el Ayuntamiento espera materializar en “un año y medio o dos”, aunque resulta complicado hablar de plazos hasta definir el proyecto.