arrasate– La apertura de un tanatorio en el bajo del número 2 de la calle Ignacio Zuloaga de Arrasate es un "acuerdo firme" refrendado por cerca del 73% de los votos (presentes y representados) que apoyaron el proyecto en la asamblea general que San Felipe Elkarlaguntza celebró el 23 de abril, y que a merced del resultado "obligaba a realizar la escritura de compra del local antes de junio, tal y como se ha efectuado", explica la Junta de Gobierno de esta entidad de ayuda mutua que aglutina a 12.000 asociados en Debagoiena. Aunque califica de "respetable" la opinión del movimiento popular que a través de 1.055 firmas –412 son de socios– se ha opuesto a la ubicación en esta zona céntrica del servicio funerario, puntualiza que "con la legitimidad que le otorga su amplia base social, corresponde exclusivamente a San Felipe decidir dónde emplazar su tanatorio dentro del marco legal establecido".
En una nota de prensa, la Junta de San Felipe advierte de que la postura contraria de estos socios "atenta contra la entidad y los que la constituimos, porque mientras no se revoque el acuerdo de la última asamblea general estas personas están obligadas como el resto de socios y socias a acatar la resolución, tal y como se recoge en nuestros Estatutos Sociales". Añade, además, que resulta "contra natura que algunas personas asociadas que pudieron votar en contra de esta decisión en la asamblea, siendo testigos presenciales de la resolución adoptada por casi tres cuartas partes de los votos, sean ahora parte del grupo promotor de una campaña de recogida de firmas ajena a los procedimientos con los que nos hemos dotado". En este misma línea, la Junta expone que para la citada asamblea se ofreció "a más de 9.200 arrasatearras" la opción de posicionarse en torno a este proyecto, "convocando a unos 4.700 representantes", y que revocar la decisión adoptada tendría "repercusiones económicas".
"La mejor valoración"
Señala, asimismo, que han "estudiado y descartado multitud de alternativas" y que ha sido el local que albergó la oficina del Banco Santander en la calle Ignacio Zuloaga el que "ha merecido la mejor valoración". Con una inversión estimada de entre medio millón y un millón de euros, se habilitará un tanatorio "con un vestíbulo espacioso y tres velatorios; capaz de adaptarse a las necesidades de despedidas íntimas y ceremonias civiles o religiosas, que solo tendrá zona mancomunada con la pared del portal del número 2 al encontrarse debajo de un local comercial sin ocupar", detalla la Junta de Gobierno de San Felipe, que argumenta que esta ubicación céntrica para el equipamiento funerario está "bien comunicada, accesible, a un minuto a pie desde dos paradas del transporte público, con aparcamientos públicos a cuatro minutos y a una distancia similar de la parroquia". Destaca, a su vez, que el diseño del servicio cuenta con el "beneplácito preliminar de Sanidad" y que en la consulta realizada al Consistorio antes de comprar el local "se confirmó que este podía albergar la actividad de un tanatorio".
Entre las razones esgrimidas para el céntrico emplazamiento del futuro San Felipe Beilatokia, la Junta de la mutua popular cita también la "inevitable transformación" hacia la secularización de los actos funerarios, "en cuanto se cuente con unas instalaciones dignas, cubiertas y adecuadas, y las nuevas generaciones más secularizadas vayan envejeciendo". "No se trata del tradicional tanatorio, sino de un lugar de encuentro y despedida, con la misma función que la parroquia desempeña hoy en día. Por eso deben ubicarse en el núcleo urbano", defiende, antes de indicar otros ejemplos de tanatorios "céntricos y en zonas de viviendas" como los de Errenteria, Azpeitia, Hernani o Donostia.
Se refiere, igualmente, a las ceremonias religiosas para despedir a los seres queridos que se llevan a cabo en la parroquia de San Juan, un lugar "en cuyo entorno y durante décadas se han encontrado niños, bares, música y fiestas", recalca. "Hasta hoy esto no extrañaba a nadie. Ahora, sin embargo, parece como si la muerte debiera expatriarse de puertas afuera de los pueblos según algunos vecinos", cuestiona la Junta de Gobierno de San Felipe, al tiempo que se pregunta si su reacción contra la ubicación del tanatorio hubiera sido la misma en caso de tratarse "de un bar, una pescadería o un centro comercial".