Hay que retroceder medio siglo, concretamente hasta 1970, para hablar de los inicios de Txikitxu. La pasión que despertaban las euskal dantzak en Marga Mercader, unida a los dotes como txistulari de Eugenio García, hicieron que esta joven pareja de recién casados se lanzara a la aventura de reunir a un grupo de niños y niñas arrasatearras en torno a esta máxima expresión del folklore y la cultura vasca. Dos décadas después veía la luz Arrostaitz, en este caso de la mano de aquellos primeros dantzaris que ya superaban la mayoría de edad. 55 y 35 años más tarde, esta fecunda trayectoria conmemora su aniversario con un chaparrón de actos, que desde este pasado viernes pone la mirada en la exposición que acoge Kulturate.
La puesta de largo de Txikitxu hizo honor a su nombre, por eso de que la mayoría de su primeros pequeños y pequeñas integrantes tenían tres y cuatro años. Una veintena de efectivos dieron cuerpo a este proyecto que echó a andar con más entusiasmo que medios. “Eugenio tocaba el txistu, mientras que Marga enseñaba a bailar. Más adelante se incorporaron Iñaki Lizarralde y Kepa Uranga”, tal y como recuerda el relato que hurga en la historia de la agrupación.
Marga Mercader en su juventud.
En 1990 nace Arrostaitz
El año 1990 supuso un hito importante: aquellos dantzaris que contribuyeron a cimentar los comienzos constituyeron el grupo de adultos que bautizaron como Arrostaitz, en gratitud a su maestra de dantzas: arrosa deriva del segundo nombre de Margarita Rosa Mercader, y el sufijo 'aitz' evoca al emblemático monte Udalaitz. A partir de ese instante, niñas, niños y jóvenes empezaron a caminar de la mano bajo el paraguas de Txikitxu-Arrostaitz.
Evolución, promoción de la cultura vasca, transmisión intergeneracional...
Un recorrido por más de cinco décadas a través de fotografías de diferentes épocas y celebraciones, trajes, instrumentos musicales, material para bailar… sirven de hilo conductor para narrar, de manera muy visual y sentida, la historia de Txikitxu-Arrostaitz. “Hemos querido reflejar la creación del grupo, su identidad, la evolución, el día a día y, sobre todo, en esta muestra el público va a encontrar a las personas que han hecho posible que esto avance”, explica la dantzari y miembro de la organización del aniversario, Maite Bilbao. La labor que realizan en la promoción de la cultura vasca y el legado que se ha perpetuado de generación en generación también queda plasmado en esta exposición, que podrá visitarse hasta el 27 de marzo en el claustro de Kulturate.
El público recorre los paneles de la exposición que alberga el claustro de Kulturate.
En la inauguración se vivieron momentos emotivos con el homenaje, a ritmo de aurresku, que se rindió a los dos grandes protagonistas que se han volcado en transmitir su amor por la cultura y el folklore vasco: Mercader y García, este último tambor y txistu en ristre.
Marga: "El mundo de la dantza es parte de mi ser"
"Es toda mi vida. El mundo de la dantza es parte de mi ser. Todos los de casa: mi marido, mis tres hijos, sobrinos… han crecido en este ambiente. Le he dedicado a la dantza todo mi tiempo libre y siempre estaré para ayudar en la medida que pueda. Me gustaría que el trabajo iniciado por Eugenio y por mí se mantuviera durante muchos años por las próximas generaciones. Esa es mi ilusión y mi sueño”, declara Marga en los paneles que cuelgan de las paredes del claustro de Kulturate.
Eugenio: "He pasado toda mi vida en esto y aquí sigo"
Por su parte, Eugenio asegura que tiene “claro" que su labor ha sido “una pequeña aportación a nuestra cultura, y eso me satisface”. “He pasado toda mi vida en esto y aquí sigo”, recalca este arrasatearra, que desde que se jubiló se dedica a fabricar danbolines y atabales con sus habilidosas manos.
Programa de actos
La muestra '55 urte dantzan' es uno de los platos fuertes de este cumpleaños que empezó a festejarse en septiembre. “Hemos dividido el programa conmemorativo por capítulos; el que nos ocupa en estos momentos es el cuarto y lleva por título 'Oroitzen' (Recordando). En el quinto, 'Loratzen' (Floreciendo), saldremos a ambientar las calles, y después llegará 'Zeharkatzen' (Atravesando), que traerá un espectáculo en el marco del programa estival 'Udazabal' del Ayuntamiento. Por último, 'Lotzen' (Atando) pondrá la guinda al aniversario el 18 de octubre en el frontón Uarkape”, detalla Maite Bilbao.
En la actualidad más de 190 dantzaris entre txikis, jóvenes y personas adultas nutren a Txikitxu-Arrostaitz. “Año tras año vamos creciendo y nos alegra mucho. Intentamos conservar la esencia del grupo generación tras generación; nos hace ilusión ver cómo se ha fortalecido este proyecto, modesto en sus inicios, que surgió de un sueño”, destaca Bilbao.
Una imagen antigua del grupo de txistularis, pieza clave en el grupo de danzas.
Haur Dantzari Eguna, Bailarako Dantzari Eguna, las fiestas de los barrios, Errementari dantza en Sanjuanes, Santamasak, Olentzero… son algunas de las citas que engrosan el calendario anual de estas y estos dantzaris, que también crean sinergias con otros colectivos locales, participando en iniciativas como la zarzuela, los conciertos de Goikobalu Abesbatza, los homenajes que lleva a cabo Intxorta 1937 Kultur Elkartea, o los eventos de la ONG Harreman, entre otras actividades.
"Que no se pierda el trabajo de Marga y Eugenio"
Para el grupo arrasatearra las dantzas son mucho más que movimientos. Son un espacio para compartir vivencias y preservar la identidad popular. Y es que como apunta Maite, “seguiremos tendiendo puentes intergeneracionales para continuar robusteciendo el grupo, con el fin de que no se pierda el trabajo de Marga y Eugenio”.
La de Txikitxu-Arrostaitz es una historia de pasión, ilusión y trabajo conjunto. El sueño de una familia transformado “en patrimonio de todo un pueblo”, que ha avanzado en el camino, manteniendo “firmes los pasos y ágiles los pies, gracias a la ciudadanía”.