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Las querellas en el ultramonte siempre son a sangre y fuego. De un día para otro, los más fervorosos creyentes en la causa se agarran un rebote ególatra que disfrazan con un barniz de dignidad y cargan a saco contra sus antiguos compañeros del alma. El ya exmandarín de la secta abascálida en Castilla y León, Juan García-Gallardo (a su derecha, solo la pared), no está siendo la excepción.
#GuerraSucia
Ultraacusaciones
Ya contamos en esta misma hoja volandera anteayer que Gallardín, como le llaman algunos compadres a sus espaldas, había anunciado en una áspera carta que se iba de Voxilandia harto de la falta de libertad impuesta por el amado líder. Insinuaba que esas eran sus últimas palabras, pero, espoleado por las cargas de vitriolo que le dirigieron los lamebotas de Don Santi, ayer se fue a COPE a contarle sus penas y su rencor a Carlos Herrera. En la largada no faltaron expresiones como “chantaje”, “zancadillas” o, incluso, “guerra sucia” atribuidas a sus todavía camaradas (no ha entregado el carné). “Algo pasa en Vox cuando no se cuida el capital humano”, lloriqueó el ofendido y ofuscado señorito castellanoleonés en la emisora episcopal.
#SeCaeDelGuindo
El sector oficial responde
Desde la quinta fila del sector oficial, un tal José María Figaredo, diputado de la cosa ultra por Asturias, ejercía de voz de su amo y disparaba sobre García-Gallardo: “De repente, se cae del guindo y se da cuenta de que ser un barón autonómico no tiene cabida”. Patapum.
#ProPeperos
El oficialismo entra en escena
Aunque las cuentas oficiales de Vox y portavoces “autorizados” en X y otras redes sociales han mantenido un perfil bajo sobre el enésimo cisma, las extraoficiales están corriendo a difundir la visión de la cúpula del trueno. Una de esas terminales, bajo el apodo Irene, espolvoreaba la doctrina reglamentaria. “Si se negaba a acatar la orden de expulsión de dos pro peperos, ha sido muy justo que lo echen”, cacareaba, antes de postularse para el Nobel de Ortografía con esta aportación: “Y si lo va a relebar [sic] un chico tan competente como este, miel sobre hojuelas”. Se refería a Carlos Hernández Quero, un machaca de manual.
#LecciónDeDignidad
Hermana al rescate
Para darle un toque todavía más culebronesco a la par que lisérgico, Patricia García-Gallardo Frings (se lo juro, ese es el segundo apellido después del primero, compuesto), hermanísima del Cid de ocasión, corría a X a romper dos docenas de lanzas por su pariente en horas bajas.
“Has dado una lección de dignidad. Quienes te llaman traidor confunden el sentido crítico y el no tragar con todo con una supuesta deslealtad. Lealtad no es servilismo, ni sumisión”, proclamaba. Me parece que es menester pedir otra ración de palomitas.