Si no se produce ningún otro contratiempo, la nueva kultur etxea de Arrigorriaga será inaugurada en navidades. Así lo avanzó la alcaldesa de la localidad, Maite Ibarra, en el transcurso del último pleno y en donde justificó el retraso de su apertura a los recursos presentados durante el proceso para la adjudicación del suministro e instalación del mobiliario. Una vez resueltos estos inconvenientes, "ya hemos mantenidos reuniones para agilizar todo y diseñar un cronograma de trabajo".
De esta manera, Ibarra salió al paso de las críticas vertidas desde las filas de EAJ-PNV, principal fuerza de oposición en la corporación local, en el turno de ruegos y preguntas de la última sesión plenaria. "Arrancamos nuevo curso político, pero la nueva kultur etxea sigue cerrada a cal y canto. Tras dos años y medio de legislatura, el edificio aún está sin mobiliario, a pesar de que la alcaldesa dijo que en septiembre estaría ya funcionando", apuntó el edil jeltzale Ieltxu Simón. A su juicio, "es un retraso grave para Arrigorriaga sobre todo teniendo en cuenta que la rehabilitación del inmueble quedó prácticamente terminada en la legislatura anterior, y todavía no ha entrado en funcionamiento".
En el antiguo consistorio
Las obras de transformación del antiguo ayuntamiento de Arrigorriaga en una moderna y funcional kultur etxea arrancaron en otoño de 2018 y quedaron finalizadas en primavera del pasado año, tras una importante inversión de casi 2 millones de euros. El edificio, de 1.104,84 metros cuadrados de superficie útil divididos en planta baja, dos alturas y bajocubierta, centralizará servicios culturales que, en la actualidad, se encuentran dispersos en varios inmuebles.
En concreto, a la planta baja se trasladará el KzGunea que, hasta el momento, se encuentra en el edificio Lonbo. La primera se dedicará exclusivamente a la biblioteca y contará, además, con un txoko infantil en un espacio diferenciado para no generar molestias ni incomodidades a los usuarios adultos. En la segunda altura estarán los despachos administrativos de cultura, una sala de proyecciones, dos aulas de trabajo en grupo para estudiantes y un espacio multimedia. Y en el bajocubierta se creará una amplia sala de estudios con aforo para 60 personas, una de las principales demandas de la población más joven, sobre todo, universitaria.