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Primera incógnita despejada. Dentro del proceso interno que está llevando a cabo el PNV para renovar sus estructuras, Gipuzkoa ha sido el primer territorio en cerrar la carpeta y nombrar a su nueva Ejecutiva. En la tarde de este jueves se ha celebrado en Donostia la Asamblea Territorial, y Maria Eugenia Arrizabalaga acudía con la elección garantizada como presidenta tras haber cosechado un amplio respaldo entre los batzokis en la primera ronda de votaciones, con un 75% del total. El alcalde de Donostia Eneko Goia y el burukide Imanol Lasa renunciaron a disputar el puesto en segunda vuelta, lo que terminó de despejar el camino de Arrizabalaga y la convirtió en la única candidata en esa segunda fase. Por tanto, solo quedaba por conocer la composición de su nueva Ejecutiva con los nombres más votados entre la militancia, y también escuchar sus primeras palabras, unas breves declaraciones enviadas a la prensa que dedicó a “hacer frente al populismo, fortalecer la democracia, reivindicar la nación vasca, construir el país en euskera y trabajar permanentemente por la justicia social”. Fue elegida por unanimidad en la Asamblea.
Arrizabalaga tendrá una Ejecutiva ampliamente renovada, con mayoría de mujeres (7 de los 14 burukides más la presidenta), con todos sus integrantes euskaldunes, y 7 relevos, lo que supone el cambio de la mitad de los burukides. Si se cuenta a la presidenta, son 8 caras nuevas. Se mantienen el propio Imanol Lasa, Itxaso Agirre Loiarte, Saioa Bandres Moneo, Idoia Elorza Gurrutxaga, Edurne Egaña Manterola, Gorka Ocio Larrañaga y Olatz Peon Ormazabal, nombres entre los cuales se encuentran puntales del equipo de Joseba Egibar. De hecho, los medios pudieron fotografiar a Arrizabalaga junto a Egibar, quien anunció su respaldo a la candidata al inicio del proceso. Hay renovación, pero no ruptura.
El GBB tiene representantes de toda Gipuzkoa. Se incorporan Jon Ander Azpiroz Otegi, Juan Ramon Baztarrika Azkoitia, Ane Beitia Arriola (exdirectora de Emergencias de Osakidetza), Mari Jose Etxegoien Arzuaga, Imanol Goenaga Egibar, Xabier Insausti Sarasola, y Jon Olano Arrese.
Sin enfoques "provincianos"
Arrizabalaga se estrenó en el cargo defendiendo los valores clásicos del PNV, prometiendo “hacer frente al populismo barato que, como en el resto del mundo, se expande por nuestra nación; fortalecer la democracia, reivindicar la nación vasca, construir el país en euskera y trabajar permanentemente por la justicia social”. “Con la clara intención de conseguir un futuro aún más justo, más euskaldun y más libre, que será de todas y de todos, vamos a aunar esfuerzos; de ese modo, dirigiremos nuestras políticas públicas y el trabajo de todos los órganos internos del PNV a la consecución de esos objetivos. Al servicio de Gipuzkoa, de las y los guipuzcoanos, seguiremos construyendo Euskadi sin caer en mezquinos enfoques provincianos que buscan debilitar nuestro país”, recalcó. Pero también defendió el modelo del PNV en un momento marcado por la rivalidad con EH Bildu, que además se impuso en el territorio en las últimas elecciones. Arrizabalaga reivindicó el modelo jeltzale como “el más adecuado y eficaz para abordar todos esos retos”.
“A la hora de impulsar políticas económicas exigentes que mantengan la desigualdad social en los niveles más bajos de toda Europa, a la hora de ofrecer políticas públicas ambiciosas y sostenibles que respondan a las necesidades de la ciudadanía, o a la hora de desarrollar nuestra condición e identidad vasca desde el respeto, el PNV ha sido, es y seguirá siendo la mejor opción, porque somos abertzales de verdad y estamos alejados de los excesos propios de la estridencia y el dogmatismo”, reivindicó. La asamblea eligió también a los 25 representantes en la Asamblea Nacional y a los tres integrantes del Tribunal de Gipuzkoa.
El proceso
Arrizabalaga (Zumaia, 1967) será la nueva presidenta del Gipuzko Buru Batzar tras la salida del histórico Joseba Egibar. Venía de imponerse en 38 batzokis en primera vuelta, entre los cuales se encontraban los de Andoain, Arrasate, Azkoitia, Azpeitia, Beasain, Bergara, Antigua, Elgoibar, Errenteria, Getaria, Hondarribia, Irun, Lasarte-Oria, Legazpi y Tolosa. Con un estilo muy claro que no rehuye la confrontación directa o que incluso lleva muy a gala ese perfil, Arrizabalaga se ha convertido en la primera mujer en presidir el GBB.
Había renunciado hace unas semanas a su escaño en el Parlamento Vasco, lo que alimentó las cábalas sobre su posible presidencia. Es licenciada en Derecho, fue alcaldesa de su municipio y es burukide de la Ejecutiva nacional. Ella contaba con el respaldo del presidente saliente y, como portavoz en las Juntas Generales, su nombre sonaba desde hacía tiempo como el relevo natural de Egibar si decidía poner fin a una trayectoria de décadas al frente del partido.
Sin embargo, el proceso no ha estado exento de sorpresas, puesto que el 18% de los batzokis apoyó al alcalde de Donostia, Eneko Goia, en algunos casos con respaldos que venían del entorno del regidor. Él nunca ha confirmado que tuviera aspiraciones y renunció a la segunda vuelta ante la Comisión de Garantías y Control. En ámbitos jeltzales no se ha leído esta situación como una enmienda a la línea política, sino como una mezcla de afinidades personales e incluso cierta incomodidad con que el presidente hubiera anunciado su voto para Arrizabalaga en lugar de mantenerse neutral.
Al burukide Imanol Lasa lo apoyaron tres batzokis, pero solo aceptó pasar a la segunda vuelta para revalidar su puesto como burukide raso, cargo que volverá a ocupar.