Situada a 35 kilómetros de Donostia, en el término municipal de Goizueta, la finca de Artikutza, adquirida por el Ayuntamiento donostiarra a comienzos del siglo XX, es el mayor bosque de la capital guipuzcoana. Sus 3.700 hectáreas albergan en torno a un millón de árboles, entre los que destacan robles, hayas y tejos. De hecho, su superficie está cubierta en un 90% de masa forestal, lo que hace de esta finca un espacio natural de gran belleza.
Los terrenos de Artikutza ofrecen cuatro rutas debidamente balizadas para todo tipo de senderistas. La vuelta al embalse de Enobieta tiene 6,5 kilómetros de longitud y es apta para realizarla en bicicleta o con niños, ya que tiene únicamente 70 metros de desnivel. Este recorrido muestra a la perfección el entorno natural del barrio de Artikutza. “Desde la coronación de la antigua presa, obtendrás una bonita vista sobre el espacio que ocupaba el embalse, y podrás apreciar la fuerza con la que la naturaleza está recuperando un lugar que ha estado inundado durante 65 años. Árboles autóctonos y exóticos, cubiertos de musgos y líquenes, se mezclan a lo largo del recorrido que vuelve al punto de partida sin apenas desnivel”, explica en su página web el Ayuntamiento de Donostia.
La segunda de las rutas que puede realizarse es el conocido como Camino de las Ferrerías, un camino de 10 kilómetros y 410 metros de desnivel que se adentra en los bosques de robles y hayas tan icónicos de Artikutza para llegar a las ruinas de dos ferrerías hidráulicas que albergan un horno de calcinación de mineral de hierro y otro para la obtención de cal. El sonido del agua del río más caudaloso de Artikutza será el mejor compañero de viaje durante todo el itinerario.
“ Artikutza cuenta con cuatro recorridos debidamente balizados que permiten al visitante adentrarse en este fantástico bosque ”
Uno de los recorridos más populares de la finca es el sendero Elizmendi y del antiguo ferrocarril (Eskas-Barrio de Artikutza). Tiene una dificultad media, con 11 kilómetros de longitud y 335 metros de desnivel. Parte de Eskas y baja por el sendero de Elizmendi y es un recorrido imprescindible para conocer los vestigios de los antiguos pobladores de la zona. El cromlech de Eskaspe, plataformas carboneras, viejas hayas trasmochas o una piedra cenizal son algunos de los tesoros que se encuentran en un camino en el que los riachuelos de aguas cristalinas, la cascada de Erroiarri o los hayedos y robledales son también protagonistas.
Además, hay un camino por los límites de Artikutza, un paseo de 17 kilómetros y 350 metros de desnivel que ofrece una de las mejores vistas de Artikutza así como de los montes que la rodean.
Cada 28 agosto la finca de Artikutza abre sus puertas al paso de vehículos con motivo de la fiesta de San Agustín. Se trata de una romería llena de actos que incluye diversas actividades lúdicas enfocadas a entretener a los asistentes y asegurar que personas de todas las edades disfruten del día festivo.
Además de la tradicional misa en la ermita, se celebran demostraciones de deporte rural así como partidos de pelota, además de demostraciones de música y baile para todos los públicos.
Información práctica
- Cómo llegar. El único acceso por carretera es por la Gi -3631 que parte de Oiartzun y tras 15 km, y una vez superado el puerto de Bianditz, llega a la portería de Artikutza (Eskas). El acceso a pie es libre y se puede dejar el coche en el aparcamiento de la porteria. Si se quiere continuar con vehículo a motor hasta el barrio de Artikutza, 6 km más adelante, hace falta un permiso que habrá que entregar al guarda en Eskas. Dicho permiso se debe solicitar en el servicio de información del Ayuntamiento de Donostia.
- Rutas. A lo largo de sus 3.700 hectáreas, Artikutza cuenta con cuatro rutas dbalizadas para el disfrute de los senderistas.
- 28 de agosto. Con motivo de la fiesta de San Agustín, la finca de Artikutza abre sus puertas al paso de vehículos privados. A lo largo de la jornada, se celebra la tradicional romería, con diversas actividades para todos los públicos.