A lo largo de la historia no han sido pocas las veces que una mujer ha querido hacer realidad sus sueños o salirse del marco en el que socialmente estaba encuadrada y ha oído aquello de “¿pero dónde vas, insensata? ¿tú sabes lo que estás haciendo?”. Si estas intenciones se enmarcan dentro del mundo del arte, la expresión se repite todavía con mayor fuerza, porque es, si cabe, un sector con menor reconocimiento para las mujeres. Por todas esas veces que 8 artistas alavesas han oído esa expresión, por todas las ocasiones que, sin haber sido apoyadas, han seguido hacia adelante para conseguir sus metas, mañana ve la luz un proyecto en Ataria: Fortes Insenta, que traducido del latín es Valiente Insensata.
La idea nace de la Asociación Sociocultural Inspirarte, liderada por Marijo Lojo, que ya había unido a varias artistas alavesas en otros proyecto y que vio la posibilidad de “hacer algo bonito tejiendo relaciones entre mujeres para visibilizar experiencias de vida que fueran reflejadas en diferentes obras artísticas”. Mujeres inspirando a mujeres para generar arte que será mostrado, esa era la idea que varias artistas alavesas escucharon cuando descolgaron el teléfono ante una llamada de Lojo.
Amaya Camoeiras, Blanca Abajo Alda, Verónica Werckmeister, Karol Fernández Arberas, Estibaliz Vera, Miren Elorrieta y Susana Camoeiras dijeron sí. Artistas locales residentes en Álava, con diferentes trayectorias en el mundo del arte: muralistas, pintoras y multidisciplinares. A la par, la propia Marijo, que también ha participado con sus obras, fue elaborando una lista de mujeres inspiradoras cuyas vidas merecían ser contadas y plasmadas, pese a que la primera reacción de muchas de ellas fuera no reconocer su propio valor. Mujeres que ella había ido conociendo a lo largo de su vida y que quería compartir con las artistas: Asmae Yahyaoui, Marga Basterra, Eva López de Ullibarri, Patricia Medjidi, Elisa Guerrero, Idoia Moreno, Pilar Hernández, Mitas Rozado, Ana Jorge, Blanca Gómez de Segura, Charo Pérez, Carmen Claver, Nadia Brouardelle y Elena Albarrán.
Resultado
El azar fue el encargado de determinar las alianzas. Cada artista cogió dos papeles con un nombre cada uno y a partir de esos emparejamientos se inició un trabajo de conocimiento, de reflexión y de expresión que ha dado lugar a dos obras de cada artista. A la sombra de todas ellas, Susana Camoeiras hacía fotografías de las participantes para ser la guardiana de la memoria del proyecto y realizar su propia obra, que también será expuesta. Por si esto fuera poco, las artistas recibieron otro reto para hacer un guiño a Ataria como centro expositivo e involucrar a las personas que vean las obras: tenían que incluir al Somormujo Lavanco en sus obras, un ave que se encuentra en los humedales de Salburua.
A Amaya Camoeiras, que además de tener un estudio de pintura, ha visto la posibilidad en este proyecto de enseñar su arte, le tocó plasmar la vida de Eva López de Ullivarri y Elena Albarrán. “No las conocía de nada, me junté con cada una de ellas por separado y he realizado dos retratos figurativos en los que he hecho referencia a cosas importantes para ellas: los colores elegidos en un caso y una malla de gimnasta en otra”, explica mientras reconoce que de esta experiencia le sorprendió “la manera en la que se abrieron conmigo, cómo no se dejaron nada, lo generosas que fueron y el vínculo que conseguimos crear”. Estas mismas sensaciones también las verbaliza Blanca Abajo, que reconoce sin tapujos que para ella ha sido un gran reto. “Soy tímida y me daba mucho pudor entrevistarme con dos mujeres que no conocía de nada, ¿Quién era yo para preguntarles nada?”, confiesa a la par que reconoce que le tocó hacerlo, además, en un momento, personal complicado. “He tenido una gran conexión con Elisa Guerrero y Patricia Medjidi y como mi arte es abstracto tenía que plasmar lo que había sentido con ellas y creo que lo he conseguido, aunque para ello haya hecho usado los colores azules que jamás uso”, explica.
El proceso de creación, las conexiones y el resultado han sido tan gratificantes para cada una de las personas que han participado que de esa fuerza emanó la decisión de que esta muestra fuese bienal. Ypara que la rueda no se frene, en la clausura del proyecto en mayo, cada una de las artistas y mujeres inspiradoras cederán su testigo a otras 8 artistas que se inspiraran en las historias de otras 1 4 mujeres y darán lugar a otras tantas obras en 2025. Sororidad, conocimiento y visibilización. Porque todo el mundo tiene una historia que merece ser contada y plasmada.