El Anboto es la montaña mágica de Bizkaia. El refugio de Mari, la diosa de la mitología vasca. Una cima de leyenda, rebosante de épica. Como la que ha tenido la final disputada en Bilbao. El Torneo Bizkaia, ese que se juega por equipos que llevan el nombre de cumbres míticas del territorio, se lo llevaba el Anboto en el enfrentamiento contra el combinado que representaba al monte Sollube. Jon Ander Peña ponía los cimientos del triunfo con su victoria inicial en el choque dentro del cuatro y medio contra Iker Salaberria (15-18). Y el punto definitivo lo obtenían Iñaki Artola y Jon Ander Albisu en un pulso por parejas pleno de emoción. Jokin Altuna y Julen Martija han plantado cara hasta el último suspiro, pero éste les sonreía a los que vestían de azul para imponerse por 21-22 tras una durísima batalla de 97 minutos de duración en la que se han cruzado casi 900 pelotazos a buena.
Artola ha sido el más destacado del cuarteto de gladiadores. El delantero de Alegia no está disponiendo de demasiadas ocasiones para el lucimiento en este verano, pero las que tiene las está aprovechando para reivindicarse. Así ha ocurrido en el frontón Bizkaia, donde cuajaba una magnífica y completa actuación. Ha combinado la seriedad con la brillantez en el remate. Los pocos errores que ha cometido han estado a punto de costarle muy caros frente a un rival siempre temible como Altuna, que le exigía al máximo, pese a no tener su tarde más inspirada. El de Amezketa, con una agenda estival muchísimo más apretada que Artola, ha jugado a ráfagas y con eso casi le ha dado para llegar a 22 y mantener con vida las esperanzas del equipo Sollube.
Pero el que hacía cima era Artola. El binomio guipuzcoano tenía muy claro que sus opciones pasaban por evitar al máximo a Altuna y en ello se han afanado desde el minuto 1. Ambos sumaban su poderosa pegada para cargar el trabajo sobre Martija, que no tardaba en emitir síntomas de saturación. Tras los tanteos iniciales, Anboto tomaba el mando al pasar de un 5-4 a un 5-9 favorable.
La tendencia no variaba y Artola era muy superior delante a un Altuna que aparecía poco y sin eficacia. El 8-15, producto de un pelotazo largo de Albisu tras alcanzar una defectuosa dejada del delantero amezketarra, marcaba la máxima diferencia del envite.
Pero dicen que hasta el rabo, todo es toro. Y esa es una verdad como un templo cuando enfrente está Jokin Altuna. Éste surgió de repente y, en un momento, el marcador se estrechaba hasta un 13-15.
Dos zarpazos de Artola servían para cortar la vía de agua, pero sólo momentáneamente (13-17). A partir de ahí, los representantes de Sollube empezaban a hacer la goma, acercándose y alejándose alternativamente de los de Anboto, que no dejaban de marcar el paso. Un par de malas decisiones de Artola daban aire a Altuna, que encendía a las gradas y devolvía la tensión al partido con el 16-17. A Albisu, mandón en la primer parte, se le veía ya sin fuerzas y a merced de un Martija más entero. En vista de ello, Artola se echó la responsabilidad encima y con dos tremendos ganchos y un regalo de Altuna ponía un 16-20 que parecía dejarlo todo decidido. Nada de eso. Los colorados vieron que el punto flaco del dúo rival estaba detrás y se dedicaron a castigar a un Albisu desfondado. Un pelotazo de Artola a la chapa, el último de sus cuatro errores, ponía por delante a los de Sollube en el peor momento (21-20). Pero el delantero alegiarra se encargaba de enmendarlo firmando los dos últimos tantos de un partido en el que doce han sido obra suya. Con la ayuda de la diosa Mari, una delicada paradita sobre chapa con Altuna desplazado a raíz de un tremendo gancho y un certero remate a vuelta de resto zanjaban la cuestión.
Peña, por Larrazabal
Antes, Peña había batido a Salaberria en otro envite revoltoso. El tolosarra fue muy superior en la primera parte de la contienda, que se antojaba vista para sentencia con el 3-11. Cuando menos se le esperaba, Salaberria reaccionó hasta alcanzar el 11 iguales. Peña parecía tener controlada la situación cuando se escapaba hasta el 11-15, pero de nuevo el de Goizueta le daba caza a base de grandes remates (15-15). El de Anboto no perdía la compostura y, con un par de remates y un error de su rival, cerraba el pulso con un 15-18. Por cierto, Peña sustituirá en el torneo de Aste Nagusia a Larrazabal por mal de manos. Así, este jueves, el de Tolosa y Mariezkurrena serán los rivales de Urrutikoetxea-Imaz en la primera semifinal en Miribilla.
Ya con todo el pescado vendido, Danel Elezkano daba a Sollube el punto del honor al doblar a Alberdi II en el mano a mano final (18-9).