Los caminos de José Morinho y la AS Roma se unieron en verano de 2021, cuando ambas partes, entrenador y club, se ofrecieron de forma recíproca lo que una necesitaba de la otra. La entidad de la capital italiana no tenía técnico, ya que decidió prescindir del portugués Paulo Fonseca una vez finalizada la temporada. El propio Mou, mientras, no tenía equipo, después de haber sido cesado en el Tottenham Hotspurs dos meses antes, en abril. El acuerdo fue rápido y supuso la firma de un contrato de tres años, hasta 2024, que ahora está por ver si se cumple de forma íntegra. Son muchos los rumores que hablan de una salida cuando concluya el presente curso. E incluso se apunta con fuerza a un posible sustituto, Thomas Tuchel. Sea como sea, el rival al que se mide este jueves la Real Sociedad en la Europa League es un conjunto de autor, hecho a imagen y semejanza de quien lo dirige: Mourinho y once más.
Reconocibles
No hay más que ver jugar a esta Roma por espacio de unos minutos para detectar en el comportamiento del equipo unas características muy claras y marcadas. Sus futbolistas acreditan un físico imponente, con un posible once este jueves que promediaría los 1,87 metros de estatura. La escuadra tiende a permitir al rival los primeros pases entre portero y centrales, para después lanzarse a la presión y tratar de robar el esférico. Y el principal plan ofensivo pasa por transiciones eléctricas que durante los últimos partidos han encontrado un importantísimo aliado en la banda izquierda. Por allí se mueve Leonardo Spinazzola, un trotamundos del fútbol italiano que se asentó en Roma en 2019 y que a sus casi 30 años ha recobrado el excepcional nivel ofrecido durante la Eurocopa de 2021. Se lesionó entonces, gravemente además. Y 20 meses después por fin puede decirse que ha vuelto por sus fueros.
Esquema innegociable
Spinazzola es diestro. Pero actúa como carrilero izquierdo dentro de un dibujo que Mourinho ha convertido en poco menos que innegociable. Durante toda su carrera, el técnico portugués ha apostado principalmente por defensas de cuatro hombres. En Roma, sin embargo, introdujo prácticamente desde el principio una zaga de cinco, integrada por tres centrales y dos laterales largos. Por delante actúa el doble pivote Matic-Cristante, de características igual de físicas que las del núcleo de la retaguardia: Mancini-Ibáñez-Smalling. Y el peso del ataque recae, sobre todo, en los dos mediapuntas y en el delantero. Esta parcela ha vivido importantes variaciones durante los últimos tiempos, enfocadas en una especie de progresivo cambio de cromos. Durante la pasada temporada, era Nicolò Zaniolo quien aportaba un plus de calidad. Desde este curso, mientras, es el argentino Paulo Dybala quien marca ahí la diferencia, con el propio Zaniolo habiendo salido ya del club (recaló en el Galatasaray en el reciente mercado de enero).
Sin dispendios
La Roma no enamora con su fútbol. Pero sí ha enganchado a la afición logrando unos resultados que cuentan con su mérito, si tenemos en cuenta que no ha gastado mucho dinero en traspasos. El fichaje en verano de 2021 del atacante inglés Tammy Abraham (Chelsea) por 40 millones de euros ha significado su principal inversión a las órdenes de Mourinho. Los 26 kilos pagados entonces por el central albanés Kumbulla (Hellas Verona) no dejaron de suponer una apuesta de futuro. Y sí es cierto que no terminaron de cuajar las contrataciones del uruguayo Viña (13 millones al Palmeiras) y del uzbeko Shomudorov (18 al Genoa). De cara al segundo curso con el técnico portugués, mientras, las incorporaciones han pertenecido a perfiles económicos mucho más discretos. El delantero Belotti (Torino), el citado Dybala (Juventus) y el pivote Matic (Manchester United) llegaron en verano libres de contrato, a coste cero, y el centrocampista Wijnaldum lo hizo cedido por el PSG. Todos tienen ahora un importante protagonismo.
Un título simbólico
La Conference League es lo que es, la tercera competición europea en importancia. Pero sirvió el pasado mayo, en cualquier caso, para acabar con una sequía italiana de doce años en cuanto a entorchados continentales. Al Inter campeón de la Champions en 2010 le siguió en 2022 una Roma que batió (1-0) al Feyenoord en la final de Tirana, adjudicándose los giallorossi un título que otorga crédito y galones a la obra de Mourinho. Se planteó conquistarla y la conquistó. La acompañó en su primer curso con una sexta plaza liguera a siete puntos del cuarto (la Juventus). Y en esta campaña tiene al equipo en puestos de Champions en la Serie A y clasificado para los octavos de final en la Europa League. De momento se le atraganta la copa local, con derrotas en cuartos de final ante el Inter de Milán (2-0 en 2022) y la Cremonese (1-2 en 2023).
Terreno desconocido
El entrenador de la Roma se caracterizó durante muchos años por una apuesta con la que llegó a crear escuela. En eliminatorias a doble partido y con valor doble de los goles a domicilio en caso de empate, acostumbraba a plantear partidos sumamente defensivos cuando jugaba la ida en casa. Su objetivo consistía en evitar encajar como local, y fiaba todo lo demás al segundo asalto.Después la mencionada regla se suprimió, de cara ya a la pasada campaña 2021-22. Pero en ella la Roma jugó la ida fuera de casa en todas sus confrontaciones de la Conference, igual que el play-off de hace unas semanas ante el Salzburgo. ¿Repetirá cautela el técnico luso ante la Real? Todo apunta a que sí, aunque haya cambiado la regla famosa.
SOLO UN MINUTO PARA LLORENTE
Con el pasado mercado de enero a punto de cerrar sus puertas, la AS Roma acordó con el Leeds United la cesión del exrealista Diego Llorente, quien firmó con la entidad italiana hasta el final de la presente campaña. De momento, en más de un mes como giallorosso, solo ha disputado un minuto de juego, el 4 de febrero en la victoria casera contra el Empoli (2-0). Sin embargo, apunta a titular este jueves, ya que uno de los tres centrales titulares, el brasileño Ibáñez, está sancionado. El pasado domingo ante la Juventus, cuando el defensa Mancini se quejó de unas molestias, fue el propio Llorente quien calentó, lo que parece situarle por delante de Kumbulla en la pelea por la titularidad.