Que había desacuerdos y desavenencias entre grupos y también entre concejales era algo obvio. Tensiones que salían a relucir, muchas veces, en los plenos. Y que se han ido consolidando con la deriva de los acontecimientos desde que hace ya dos años la agrupación de AS Zizur fuera expulsada del equipo de Gobierno, conformado entonces por Geroa Bai y EH Bildu.
Los concejales Javier Álvarez y Ana Reguilón pasaron a ejercer una férrea oposición en un contexto en el que se han ido endureciendo las posturas y que parece, ahora, haber llegado a su fin. Este jueves por la tarde Reguilón ha renunciado al partido para pasar a ser concejala no adscrita, una decisión que “no ha sido difícil”, ha reconocido, pero que ha tomado porque “no me siento representada con estas siglas. Me gusta el diálogo y no los monólogos. La transparencia y no la opacidad, negociar y no imponer. Ser la actriz secundaria, no el actor protagonista”, ha señalado. Ha recibido el apoyo de todos los ediles de la corporación. El alcalde, Jon Gondán (Geroa Bai), ha asegurado que tienen su mano tendida y también Íñigo Goñi, que en octubre de 2020 se desmarcó de Navarra Suma por ser incompatible con la “política del odio” de la agrupación y quedó también como concejal no adscrito, mostró su respaldo y señaló que “ha sido una mujer que ha sabido poner la capacidad de trabajo encima de la mesa, que ha participado y ha crecido mucho como política. A veces de momentos malos salen grandes cosas”.
Su ya excompañero, Javier Álvarez, ha dicho no ser partidario de airear los “trapos sucios” en casa y explicó que la decisión se debía a una reunión anterior, a una decisión relacionada con las próximas elecciones. “El proyecto sigue adelante, es ilusionante, quizá ahora lo sea más –ha valorado–. Aunque nadie es imprescindible, tampoco yo. Miraremos al futuro aprendiendo de los errores y de la experiencia del pasado”.