La escalada de violencia entre Israel y la Yihad Islámica Palestina (YIP), que marca hoy su tercer día, ha dejado ya 31 muertos y 265 heridos en la Franja de Gaza, según las últimas cifras difundidas por el Ministerio de Sanidad del enclave.
Además, Sanidad ha registrado hasta el momento 265 heridos, incluyendo más de un centenar de niños.
La Yihad Islámica ha identificado a al menos nueve de los fallecidos como milicianos del grupo, incluyendo a sus dos principales comandantes: Taysir al Yabari y Jáled Mansur, líder del comando sur del brazo armado de la YIP en Gaza.
Entre las víctimas fatales registradas hasta el momento hay también cuatro mujeres y seis niños. Cinco de los menores murieron anoche tras el impacto de un proyectil en el norte de Gaza, en un incidente que según Israel se trató de un lanzamiento fallido de cohete por parte de la YIP, que responsabilizó al Ejército israelí por el ataque.
Israel no registra por ahora víctimas mortales y ha contabilizado unos 20 heridos leves, en su mayoría por lastimaduras sufridas cuando corrían a los refugios antiaéreos.
Desde el comienzo de la actual escalada de violencia, la YIP ha lanzado más de 600 cohetes desde Gaza hacia Israel, según estimaciones del Ejército, que dice haber atacado unos 140 objetivos del grupo en la Franja.
Si bien los intentos de mediación por parte de Egipto continúan, aún no hay indicios certeros de que se avecine un alto el fuego.
El actual repunte de tensión comenzó el viernes con una fuerte ofensiva "preventiva" israelí sobre objetivos de la Yihad en Gaza ante lo que el Ejército describió como una "amenaza inminente" de ataque por parte del grupo como represalia tras el arresto el lunes de uno de sus líderes durante una redada en Cisjordania ocupada.
Israel considera que los vínculos de la YIP con Irán convierten al grupo en un satélite de Teherán, que es visto por el Estado judío como una amenaza existencial.
Además de las muertes y los heridos, los bombardeos israelíes en Gaza han agravado aún más la crisis humanitaria que vive el enclave. Tras el cierre de los cruces fronterizos como medida punitiva hacer algunos días, la Franja se quedó sin el combustible necesario para operar su única central eléctrica, por lo que los más de dos millones de habitantes de Gaza cuentan únicamente con cuatro horas de electricidad al día y los servicios básicos operan de manera muy limitada.