La policía filipina investiga disputas personales como el motivo del asesinato del periodista Juan Jumalon mientras retransmitía en directo este domingo en el sur del archipiélago asiático.
Juamlon, conocido como "Johnny Walker", habría tenido una acalorada discusión por un conflicto de posesión de tierras horas antes del ataque mortal, que fue registrado en directo durante su programa de radio, según el atestado policial al que han tenido acceso varios medios locales este lunes.
El ataque conmocionó a los espectadores y oyentes que seguían la retransmisión en directo del programa, emitido por Gold FM en la ciudad de Calamba, en Misamis Occidental, en la sureña isla de Mindanao.
Según el atestado, Jumalon había presentado con anterioridad demandas de falsificación de documentos públicos contra dos individuos en relación con un litigio sobre tierras, identificados como Prize Liberfine y Rodolito Yap.
Entraron por la fuerza en su casa
Según varios testigos, los pistoleros entraron por la fuerza en el domicilo de Jumalon, que retransmitía el programa desde su domicilio, después de que uno de los trabajadores de Jumalon abriera la puerta, informó el medio local Rappler.
La policía, además, dijo que uno de los pistoleros fingió haber perdido una cartera y una llave, y quería la ayuda de Jumalon haciendo un llamamiento público en directo a través de su programa.
Esta disputas por tierras, terrenos y otros posesiones están detrás de buen parte de las muertes violentas en Mindanao, una región castigada por décadas de conflicto entre grupos indigenistas, rebeldes y clanes políticos.
El presidente filipino condenó ayer en X (antes Twitter) el ataque y ordenó una investigación para encontrar a los culpables y llevarlos ante la justicia.
"Los ataques contra periodistas no serán tolerados en nuestra democracia y aquellos que amenacen la libertad de prensa afrontarán las consecuencias", afirmó el mandatario.
Filipinas es una de las naciones del mundo donde más reporteros mueren asesinados cada año.
Desde 1986, 199 periodistas han sido asesinados en Filipinas, cuatro de ellos desde que comenzara la presidencia de Ferdinand Marcos JR en mayo del año pasado, según datos del sindicato Unión Nacional de Periodistas de Filipinas (NUJP, en por sus siglas en inglés).