Vida y estilo

Así afecta la marihuana a la fertilidad

Expertos recuerdan los efectos negativos de la droga más consumida en el estado en la fertilidad femenina y masculina. En los hombres, además, su abuso afecta al deseo sexual y en las mujeres aumenta el riesgo de aborto
El consumo de cannabis está asociado a alteraciones en el ciclo menstrual y los parámetros del semen. / Freepik

El consumo de cannabis se ha ido asentando en nuestra sociedad, según los últimos datos de la encuesta EDADES del Ministerio de Sanidad, publicada en 2022.

Más de un 10% de la población lo ha consumido en los últimos 12 meses, más de un 8% en los últimos 30 días y casi un 3% a diario en el último mes. De hecho, es la sustancia ilegal con más prevalencia de consumo desde la adolescencia a los 64 años, lo que implica que muchos de los que recurren a ella están en plena edad reproductiva.

Además de su carácter adictivo, cabe recalcar que muchos de esos consumidores se encuentran en edad fértil, por lo que los expertos quieren sensibilizar a la población de las consecuencias que puede tener el consumo de esta sustancia ilegal

El consumo de cannabis puede afectar a la fertilidad, tanto masculina como femenina, y se ha asociado a alteraciones de las hormonas reproductivas, el ciclo menstrual y los parámetros del semen. Como explica la doctora Clara Colomé, directora de IVI Baleares: “El consumo de cannabis en pacientes varones se asocia a disfunción eréctil, espermatogénesis anormal y atrofia testicular mientras que, en pacientes femeninas, la exposición a cannabinoides se asocia a infertilidad y a implantación y desarrollo anormales del embrión”.

Los desarreglos hormonales que puede provocar el THC pueden llegar a dar lugar a una anovulación. F.P.

Impacto

El Observatorio de las de las Drogas y las Adicciones del Ministerio de Sanidad explica que el THC presente en el cannabis disminuye la secreción de hormonas sexuales, con una reducción de la secreción de testosterona y del número y la motilidad de los espermatozoides.

Por otro lado, el consumo de cannabis en mujeres produce una reducción del ciclo menstrual, niveles elevados de prolactina que pueden asociarse a la aparición de galactorrea –secreción de leche por el pezón que no está relacionada con la producción normal de leche para la lactancia–, y menores niveles de andrógenos.

La reducción de la testosterona en hombres y andrógenos en la mujer también pueden dar lugar a una bajada de la libido, dificultando consecuentemente la posibilidad real de un embarazo.

Tras dar a luz, la madre que toma cannabis debe ser consciente de los grandes riesgos si quiere dar lactancia materna. Como apuntan en la web de referencia www.e-lactancia.org, “se debe prevenir a las madres que amamantan de los posibles efectos negativos del THC en el desarrollo cerebral y neuroconductual de sus bebés a corto y largo plazo, aconsejándoles que eliminen el consumo de marihuana en cualquiera de sus formas durante la lactancia”.

Entre las preguntas más frecuentes que se plantean, aparecen: ¿de qué manera influye en la fertilidad tanto del hombre como de la mujer? ¿Son sus efectos reversibles? ¿Puede condicionar el embarazo?

Dificultades para la gestación

En el caso de los hombres el semen tiene un ciclo de formación de unos 70 días, por lo tanto, deberíamos tener en cuenta en los tres meses previos al inicio de la búsqueda de gestación o de un tratamiento de reproducción asistida la reducción de cualquier hábito nocivo. Esto incluye, por supuesto, cualquiera relacionado con sustancias ilegales.

En el caso de las mujeres que consumen regularmente esta droga, resulta algo más complicado, ya que los desarreglos hormonales que puede provocar el THC pueden llegar a dar lugar a una anovulación, es decir la ausencia de liberación de óvulos. Además, afecta a las trompas de Falopio, dando incluso lugar a la posibilidad de un embarazo ectópico y mayor riesgo de aborto en un futuro.

“Al contrario que otras drogas duras, el cannabis es una sustancia relativamente accesible, además de la falsa percepción social de que es menos adictiva, por lo que su consumo es más frecuente en personas en edad reproductiva y datos recientes sitúan este consumo con un incremento de un 3%. Siempre se debe llevar una vida saludable en todos los sentidos, pero si entre nuestros proyectos se encuentra la maternidad o la paternidad, el uso indebido de sustancias debe estar siempre fuera de la ecuación”, concluye Colomé.

13/10/2024