La Selva de Irati está repleta de secretos por descubrir. Y recientemente, a la cueva de Arpea, la fábrica de armas de Orbaizeta, el mirador de Zamariain o el embalse de Irabia se les ha sumado una nueva maravilla por descubrir: Irati Barnean, unos iglús panorámicos que nos invitan, sin salir de esta mágica selva, a descansar después de una jornada de aventuras a pie o en bicicleta entre hayas y abetos.
Esta opción, creada por los pamploneses Iñaki Celaya y Marina Otazu hace ya tres años, es perfecta para pasar una o varias noches en plena naturaleza sin tener que hacer uso de tiendas de campaña. Situada en Orbaizeta, cerca de la fábrica real de armas que ahora cuenta con un museo que relata su historia, a nada más y nada menos que 765 metros de altitud, este alojamiento exclusivo nos permitirá disfrutar de las noches de luna llena, las lluvias de estrellas veraniegas, el avistamiento de aves e increíbles atardeceres que guardar en el recuerdo.
Y no solo eso. Es que cada iglú es único. Encontraremos cinco en total, cada uno con el nombre de un árbol distinto, pues la sostenibilidad es una de las señas de identidad de este enclave donde estar en contacto con la naturaleza es algo imprescindible. Porque no, no hay ni televisión, ni WiFi, ni en muchas ocasiones cobertura. Lo que sí encontraremos, señalan desde el alojamiento, es silencio, desconexión y relax.
De esta forma, podemos optar por reservar o bien habitaciones iglú (no independientes), que llevan por nombre suite Urkia y suite Izeia. También podemos reservar, por contra, iglús independientes -la suite Ezkia, la suite Haritz y la Suite Pagoa-. En el primero de los casos, desde 205 euros, tendremos desayuno incluido, baño privado, calefacción y aire acondicionado, y tienen una sola cama, con cabida para un máximo de dos personas.
En el caso de los iglús independientes, los extras serán los mismos, pero son perfectos para familias, pues cuentan con capacidad para cuatro personas con una cama doble y dos supletorias, así como baño privado con ducha y terraza privada. Estas parten de un precio de 245 euros la noche, y cuentan con una ventaja más: aceptan mascotas.
Sea como sea, dormir al aire libre teniendo como lienzo el paisaje de la Selva de Irati que se abre ante nosotros y el cielo estrellado parece una buena opción para celebrar una ocasión especial, o simplemente para desconectar alejados de las tecnologías al tiempo que reconectamos con la naturaleza y degustamos platos de cercanía.
Porque sí, además de dormir, también podemos cenar y desayunar en estos hoteles iglú, ya que nos ofrecen un pack de degustación de productos locales que, en el caso de la cena incluyen foie gras, embutidos de Euskal Txerri, trucha o salmón ahumado, queso de la zona y postres también de cercanía.
A la hora del desayuno encontraremos también leche, zumo de naranja ecológico, pan y bollería, además de mermeladas y mantequillas, tomate, crema de jamón serrano y cápsulas de café, todo para reponer fuerzas de cara a las aventuras que la Selva de Irati nos tiene reservadas.