Actualizado hace 5 minutos
El ser humano es un ser social por naturaleza, lo que significa que está diseñado para vivir en relación con otros. Así, nacemos y crecemos en una sociedad sin la cual no podríamos existir; al igual que necesitamos de los demás para vivir, ellos necesitan de nosotros.
Formar parte de esa sociedad nos aporta un sentido de pertenencia y de identidad colectiva imprescindible para desarrollarnos como personas. Sin embargo, la vida en comunidad no siempre es fácil y necesitamos desarrollar buenos hábitos de convivencia para que todo funcione correctamente.
Convivimos con los compañeros de trabajo, con los vecinos, con nuestra familia y, dentro del ámbito familiar, con nuestra pareja. Este último vínculo, la relación de pareja, debe afrontar muchos retos, ya que se construye día a día y requiere de mucho compromiso.
Las relaciones sentimentales comienzan con el enamoramiento, siguen con el conocimiento y la aceptación y acaban consolidándose. En esta última etapa, la de la consolidación, se corre el peligro de caer en la rutina y descuidar a la pareja, por lo que es necesario hacer un esfuerzo para mantener viva la llama del amor.
Para ello ha surgido el método 7-7-7, una sencilla técnica que puede echar una mano a la hora de fortalecer la relación. Durante el día a día, el trabajo, la casa, los padres, los hijos, las mascotas... absorben buena parte de la energía y no dejan tiempo para nada más.
¿En qué consiste el método 7-7-7?
La clave de este método es que la pareja planifique pasar tiempo juntos, un tiempo de calidad y solo para ellos, que rompa la rutina diaria. Actividades relajadas, sin prisas y sin presiones y que sean del agrado de los dos.
Cada 7 equivale a un periodo de tiempo: 7 días, 7 semanas y 7 meses. El primer 7 significa que cada 7 días debes hacer algún plan o tener una cita con tu pareja: un aperitivo, un café, una comida, una cena, una sesión de cine... cualquier plan que os permita disfrutar de un rato juntos y solos.
El segundo 7 significa que cada 7 semanas hay que preparar un plan más elaborado como acudir a un concierto, a una obra de teatro, hacer una pequeña excursión en el día... algo más pensado que nos deje un buen recuerdo.
El tercer 7 quiere decir que cada 7 meses hay que realizar un viaje en pareja, un fin de semana romántico o una escapada que aporte un cambio de aires que sirva para desconectar de la vida cotidiana y poder dedicarse tiempo el uno al otro.
Flexibilidad
Este método es flexible por lo que no es necesario seguirlo de una forma rígida; se puede adaptar sin problema a las necesidades y a las particularidades de cada pareja. Aunque el alto coste de la vida, tener hijos aún pequeños o trabajos muy exigentes pueden dificultar hacer planes, la idea es sortear las dificultades y buscar un tiempo y un espacio para dedicarse mutuamente; disfrutar de esos momentos íntimos en los que poder volver a conectar dejando de lado las obligaciones del día a día.
Planificación
En cuanto a la planificación que requiere este método, no resta espontaneidad a la relación de pareja, sino que va a resultar positiva. Por una cuestión de logística familiar o laboral, lo cierto es que mucha gente nunca tiene tiempo, energía, ni capacidad de organizar planes de última hora por lo que al final no se llevan a cabo.
Así, la relación de pareja es un viaje en el que cada uno de los miembros hace su propio recorrido, con sus circunstancias personales, pero en compañía. Para que la relación de pareja sea saludable y duradera, los expertos señalan que es importante que a lo largo de este viaje los miembros de la pareja inviertan tiempo el uno en el otro, siendo siempre más importante la calidad que la cantidad.