Las primeras observaciones sobre el edificio incendiado en Valencia este jueves apuntan a que la fachada ventilada, "un producto que estuvo de moda" en la época de construcción de este edificio y que contaba con material que podía ser inflamable en su interior, es probablemente la causa de la rápida propagación del fuego, junto a las condiciones del viento.
Así lo ha explicado el presidente del Colegio Oficial de la Arquitectura Técnica de Valencia (COAT Valencia), Luis Sentra, en declaraciones a los medios este jueves. El órgano profesional, que se ha puesto a disposición de la administración, ha pedido "cautela" y ha llamado a esperar los resultados de las investigaciones técnicas. Sendra ha indicado que los detalles sobre el incendio se confirmarán cuando los técnicos puedan ver los materiales y cuestiones sobre la propia ejecución del edificio.
Sí ha avanzado que "es un edificio que tiene una fachada ventilada, es decir, que tiene una cámara de aire dentro de lo que sería el cerramiento habitual y el exterior, que hace bonito con placas de aluminio. En un momento dado, las llamas pueden subir por ese espacio y hacer un efecto chimenea, que es lo que probablemente ha provocado la rapidez con la que se han transmitido las llamas", ha precisado.
Poliuretano o lana de roca
Se trata de un tipo de acabado habitual en la época de construcción de este edificio de 2005, que se revestían de poliuretano u otros materiales como lanas, en los aislamientos de los edificios. Por encima, de ponían unas placas decorativas, que en el caso del edificio siniestrado son de aluminio. Sobre el poliuretano, ha señalado que aún no sabe con certeza si la causa está en este material o en otro, pero que "se utilizó en aquella época, no de manera habitual porque todos los edificios no tenían cámara de aire". Así, "probablemente haya algunos edificios" que lo contengan.
Sendra ha precisado que la normativa a partir de 2011 establece que los productos que se colocan en la fachada deben tener unas características en cuanto a su comportamiento con el fuego. Pero, por ejemplo, ha indicado que al poliuretano se le pueden aplicar tratamientos adicionales que "impidan que sea tan combustible".
Sobre si cree recomendable que se revisen edificios de alrededor o de la época por si tuviesen este material, ha subrayado que "no hay que ser alarmistas" que es "un producto que se gastaba" y "era totalmente legal", pero a partir de 2011 se aplican otras medidas. Ha añadido que además no todas los edificios tienen ese modelo de fachada ventilada aunque estuviese "de moda" en determinado momento.
En caso de que una comunidad de propietarios descubra que su edificio contiene un material como el polietireno o poliuretano en su fachada, el subdirector de Calidad y Acreditación de la Escuela de Ingeniería Industrial de la Universitat Politècnica de València, Rafael Royo, ha señalado que lo que se debe "asegurar que ese material no puede propagar el fuego" con un peritaje que determine "si hay que sustituir ese material o poner algún tipo de recubrimiento que impida la entrada del fuego". "Lo que tiene que saber es el tipo de material aislante utilizado y si cumplen o no las normas de propagación del fuego", ha aclarado.
Este experto ha recalcado que "es importantísimo que la idea de que hay que aislar los edificios no se pierda", porque "la culpa no la ha tenido el aislamiento" sino "un mal uso del aislamiento", aunque se trate de polietireno o de poliuretano. Ha indicado que el uso de materiales inflamables en edificios de más de diez alturas no está permitido para edificios posteriores a 2019, pero en cualquier caso recomienda a los vecinos que comprueben su presencia.
Royo ha afirmado que "es fundamental el aislamiento de los edificios para ahorrar energía y para conseguir confort" pero este "aislamiento tiene que ser neutro respecto al fuego, y eso existe en la actualidad". Por ejemplo, ha explicado que recientemente se ha construido un hotel en la Plaza de la Merced donde "se han utilizado sistemas de aislamiento térmico externo, como el que estamos hablando, pero se ha rellenado de una fibra de vidrio que, evidentemente, no transmite el fuego".
"El problema, como siempre, es hacer bien las cosas. Los edificios deben aislarse, pero de una manera correcta. Lo que no se puede es utilizar una mala solución o intentar ahorrar tiempo", ha comentado.
Sin saber si es poliuretano, polietileno o el helocubón famoso, el experto de la UPV ha indicado que hay cuatro factores fundamentales en el desarrollo del fuego: primero, efectivamente, el tipo de material; el segundo lugar, "que hizo un viento racheado muy fuerte"; en tercer lugar, "la utilización de grandes ventanales acristalados, que cuando rompen permiten que el fuego entre en las viviendas", y en cuarto lugar "el famoso material para las paredes que lleva cartón". "Todo eso hace que las fachadas rápidamente se quemen, porque es el mismo material que se utiliza ahora mismo en las fallas, y que el fuego desde las fachadas penetre hacia el interior de las viviendas, provocando el terrible suceso que ha ocurrido", ha lamentado.
Rápida propagación por la fachada
Por su parte, el catedrático del departamento de Ingeniería Civil de la Construcción y de Proyectos de Ingeniería Civil de la Universitat Politècnica de Valencia, Antonio Hospitaler, ha apuntado también como causa de la rápida propagación de las llamas al material combustible usado para el revestimiento de las fachadas, aunque ha señalado que el viento que soplaba este jueves en Valencia (de hasta 60 km/h) también jugó un papel protagonista en la virulencia y rapidez del fuego.
Hospitaler, que estuvo en la torre Windsor de Madrid después de que ardiera en 2005, ha detallado que la propagación por fachada es "mucho más rápida que un incendio al aire libre" y que, si esta hubiese estado construida con ladrillo y no con un material combustible, "no se hubiera propagado".
Hospitaler ha precisado que el Código Técnico de Edificación desde el año 2006, y con modificaciones recientes que ha habido, -tras 2017- "previene ese tipo de situaciones y que los materiales de la fachada no sean combustibles para evitar una propagación de incendios por la ella".
"La fachada tiene una propiedad física en la que se le pegan las llamas y, al hacerlo, suben a toda velocidad y entonces, el incendio se extiende por toda la fachada rápidamente. Eso ha provocado que se rompieran los cristales de las viviendas y se proponga el incendio al interior de las casas", ha detallado.
El ingeniero ha indicado que las investigaciones deberán determinar el origen, si las llamadas comenzaron en el interior de una vivienda, pasaron a la fachada y, de ahí, al resto del edificio, o si se originó en la propia fachada.
Torre Grenfell
El fuego de este jueves le recuerda al incendio ocurrido en la torre Grenfell el 14 de junio de 2017. "Ocurrió exactamente lo mismo. Fue un incendio que se propagó por fachada y eso causó una actualización de la normativa europea al respecto. Es muy reciente, si este tiene diez años o 15 años, pues no le afecta ese cambio normativo, ya estaba hecho", ha apuntado. En aquel caso, "el incendio se produjo dentro del edificio, en las oficinas, y de ahí salió a la fachada y se propagó por la fachada a los pisos de arriba".
En cuanto al peligro de derrumbe, "aparentemente no hay, pero nunca se sabe". "El hormigón aguanta bastante el fuego, tiene buena resistencia. Lo que pasa es que no hay que entrar al edificio enseguida, hay que esperar porque el hormigón puede colapsar después, al cabo de unas horas, porque tiene un proceso físico-químico dentro que hace que se deteriore con el tiempo. El calor se queda adentro, no sale hasta que se enfríe. Se ha producido, en algunos casos, que han pasado horas, el incendio se ha ido y ha caído el edificio. Pero yo creo que aquí el nivel de incendio que ha habido no es tan elevado para eso", ha expuesto.